Varios rincones del pueblo han amanecido en los últimos días con bolsas de basuras depositadas en el suelo, con voluminosos y hasta restos de podas que no han sido tirados en los contenedores ni llevados al lugar donde deberían llevarse.
Las fotos hablan por sí solas: bolsas de basura tiradas en el suelo, sacos de pienso, cartones abandonados a su suerte y hasta sillas de plástico rotas, muebles y neveras que han encontrado su nuevo lugar en una esquina del municipio de Morales del Vino. Incivismo habitual que se vuelve más grave en momentos de confinamiento y pandemia.
Son los menos, ya que la mayoría de los vecinos cumplen con sus obligaciones de depositar los residuos en sus contenedores correspondientes e, incluso, se ha dado el caso, tal y como reportan algunos vecinos, de tener que darse la vuelta al haber pasado ya el servicio que en estos días complicados para todos ha adelantado, en alguna ocasión, su horario.
La situación, que ya fue denunciada por el Ayuntamiento de Morales hace varias semanas y que también ha ocurrido, en mayor o menor medida en Moraleja del Vino o Arcenillas, se ha vuelto a repetir en los últimos días en los que las medidas de confinamiento se han relajado.