Otro pueblo zamorano demuestra que las tradiciones no entienden de edades ni de protocolos. En Domez, por segundo año consecutivo y tras más de 30 años sin celebrarse, los vecinos han vuelto a poner el mayo sin contar con los tradicionales "quintos". La fiesta, recuperada con ilusión y esfuerzo colectivo, se ha convertido en un ejemplo de participación intergeneracional.
Mayores, jóvenes y niños han unido fuerzas para levantar el emblemático mayo, una tradición que en muchos pueblos de la provincia se ha ido perdiendo con el tiempo. En Domez, sin embargo, ha resurgido con fuerza y con el compromiso de todo el pueblo.
Tras el trabajo, llegó la recompensa: una comida popular que ha reunido a 53 personas en torno a un arroz preparado por Jorge, Pablo y Antonio, conocido por todos como "el bombero", que han puesto sabor a una jornada ya histórica.



