Castro de Alcañices vuelve a caminar para "celebrar" la vida

El municipio alistano recupera dos años después la caminata por los Arribes del Duero a beneficio de la Asociación contra el Cáncer
Castro de Alcañices camina para avanzar en la investigación contra el cáncer
photo_camera Castro de Alcañices camina para avanzar en la investigación contra el cáncer

Las peores cuestas siempre esconden vistas espectaculares. La máxima que podía leerse colgada de uno de los arbustos que marcaban la ruta, fue el anticipo del espectacular paisaje que los participantes en la  caminata solidaria "Lazos por la Vida", de Castro de Alcañices, iban a descubrir en sus pasos por el monte.

Los Arribes del Duero, en todo su esplendor, con sus jaras y tobillos en flor, con las escobas que amarillean el campo en primavera, se convirtieron en el mejor marco natural para recuperar, tras dos  años de pandemia, una caminata a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer que une a los vecinos de Castro y a otros llegados desde Brandilanes o Fonfría.

Cientos de pies tomaron la salida desde la Plaza Mayor de la pequeña localidad  de Aliste, con las mochilas cargadas de agua y bocatas, para desperdigarse por tres rutas distintas: una corta, de 2 kilómetros, otra media de 5 y la larga, de 10 kilómetros. Las tres con las vistas puestas en el Salto de Castro y en los Arribes para confluir en el paraje que los lugareños llaman del "arrocaño", donde descansaron y algunos cogieron fuerzas para completar los 10 kilómetros de ruta. 

Soportando un sol abrasador, los caminantes, de todas las edades, cumplieron su propósito solidario y se unieron de nuevo en la Plaza del pueblo para disfrutar de una tarde festiva a cargo de la música tradicional  de RonDuero Folk y del son cubano de "El Chiri".

"Seguimos con la misma ilusión que cuando empezamos en 2019", asegura una emocionada Sara Fernández, que organiza la caminata junto a Leticia Teijeiró. Las dos esperan superar la recaudación de 2019, que alcanzó los 3.500 euros con las inscripciones y las camisetas, 600 vendidas, nada menos, los calendarios que Filo trajo en su coche desde Valladolid y los broches artesanos elaborados por Esther. Una organización en la que han colaborado muchos voluntarios para que nadie se quedara sin su bocadillo, su fruta y su botella de agua para seguir celebrando la vida y continuar el año que viene con los mismos pasos solidarios y unidos en la lucha contra el cáncer.

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Actuación final en la Plaza Mayor de RonDuero Folk
Actuación final en la Plaza Mayor de RonDuero Folk

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