Los vecinos de Ufones de Aliste, en el municipio de Rabanales, llevan semanas sufriendo constantes cortes en el servicio de telefonía y denuncian sentirse totalmente desamparados ante la falta de respuesta de la empresa responsable. La localidad, que forma parte del municipio junto a Grisuela, Matellanes, Mellanes, Rabanales y Fradellos, dependía de la tradicional red de cobre para sus comunicaciones, pero tras su retirada, la población quedó únicamente con la fibra óptica, que ha presentado fallos continuos dejando incomunicadas a varias localidades.
Una de las afectadas, Tina López, octogenaria que cuida de su marido y de su madre, relató la sorprendente respuesta que recibió al intentar reclamar la reparación: “La gasolina está muy cara, tenemos que esperar a tener más averías para desplazarnos a solucionarlo”. Sus palabras reflejan la frustración y el desconcierto de los vecinos, muchos de los cuales superan los 70 años y dependen de la telefonía para emergencias y comunicación diaria.
El Ayuntamiento de Rabanales se puso en contacto con el Área de Telecomunicaciones de la Subdelegación del Gobierno, que en ocasiones anteriores había mediado eficazmente con la empresa, pero el cambio de responsable ha modificado la dinámica. Según explica el alcalde, Santi Moral, la única respuesta que obtienen ahora es remitirse a la burocracia: “La indignación es máxima. Antes nos escuchaban y ahora, con un tono de desprecio, nos remiten a seguir el trámite oficial. Poco ha faltado para culpar al Ayuntamiento del problema”.
Moral advierte sobre los riesgos del retraso en la atención: “¿Qué pasa si el corte se produce un viernes por la tarde y hasta el martes, por ser puente, no reciben? La contestación fue la burocracia y que la norma es la que es, nos guste o no”.
Ante el desamparo de los vecinos, el Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto y contactar directamente con la empresa responsable para exigir una solución inmediata al aislamiento de la localidad. El objetivo es garantizar un servicio esencial de comunicaciones, especialmente crítico para los pueblos con población mayoritaria de adultos mayores, donde la comunicación no es un lujo, sino una necesidad vital.
