Es un tramo que está en obras "permanentes" y que no se señaliza nunca. Es la queja de conductores que circulan por la A-66 y que cuando llegan a la salida 238, dirección Faramontanos de Tábara o Villafáfila, se encuentran con el tramo en obras y sin señalizar.
El problema para los turismos se reduce a dar un rodeo de 18 kilómetros hasta Riego del Camino, pero en el caso de los camiones la situación se complica si se lleva el tacógrafo "al límite" y se desconoce que el tramo está cortado por obras. Según uno de estos usuarios, se ha reclamado a los operarios que señalicen los trabajos al menos cinco kilómetros antes, pero hasta el momento ninguna señalización avisa del corte de la salida de la A-66 Benavente-Zamora.
La salida 238 desde la citada autovía da acceso a la comarca de Tábara, por un lado, y a Villafáfila y Villarrín de Campos, por otro. Los conductores aseguran que, al no estar señalizadas las obras, se ven obligados a dar un rodeo de casi 20 kilómetros hasta Riego del Camino para regresar a la rotonda de acceso a estos municipios. "Ese desvío se podría evitar si el corte del tramo estuviera señalizado. Tal y como están los precios de los combustibles, no es broma", recalca un usuario.
