jueves. 28.03.2024
Imagen de la calabaza de 700 kilos cultivada en Fermoselle. Fotografía: CEDIDA
Imagen de la calabaza de 700 kilos cultivada en Fermoselle. Fotografía: CEDIDA

Tres años después, el campo trabajado por Manuel Ramos, agricultor profesional, sigue dando sus frutos en forma de colosales calabazas. Las últimas rondan los 700 kilos cada una -si bien sólo se ha pesado la de mayores dimensiones-, fruto del bueno ojo de este profesional que, asegura que el trabajo no tiene ningún misterio más allá del uso de un buen abono y de la calidad del agua que emplea de los pozos de la zona y que procede de las aguas cercanas del Tormes. 

"Las cultivo en marzo. Son más o menos seis meses de cultivo, tres de crecimiento de la planta y otros tres de engorde del fruto", señala Ramos que añade que "hay que hacer ciertas cosas que no se hacen normalmente a las calabazas como entoñar las guías". "Lo demás todo es como en cualquier otro cultivo". 

Imagen de la calabaza de 700 kilos cultivada en Fermoselle. Fotografía: CEDIDA

Ramos agrega que la calabaza es una planta exigente desde el punto de vista de la alimentación, ya que "come mucho abono", si bien tampoco es bueno pasarse. 

Unos monumentales frutos que los vecinos de Fermoselle y curiosos de la zona ya pueden disfrutar en la Plaza Mayor, donde se exponen esta delicia de calabazas. La previsión inicial es que se mantengan al público al menos, dos meses, siempre y cuando se asegure el buen estado de las mismas en función del cuidado del público que se acerque a contemplarlas, y hasta que Ramos decida exponerlas en alguna feria de campo y productos. Una maravilla de la tierra que no pasa, desde luego, desapercibida. 

Imagen de la calabaza de 700 kilos cultivada en Fermoselle. Fotografía: CEDIDA

700 kilos de calabaza: el nuevo récord cosechado en Fermoselle