"SALUS": La exposición que reúne en Alcañices la riqueza del arte cristiano de una comarca deprimida

La exposición en el Santuario de la Virgen de la Salud del municipio alistano muestra 172 obras y objetos de un gran valor artístico de los 70 pueblos que conforman el Arciprestazgo de Aliste y Alba
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Una exposición que recoge lo más valioso del arte cristiano de las comarcas de Alba y Aliste y que saca a la luz la riqueza artística que esconde una tierra históricamente deprimida. Eso es SALUS: la Iglesia en Aliste y Alba, una muestra que puede verse hasta el 31 de octubre en el Santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices y que conmemora, con dos años de retraso a causa de la pandemia, el centenario de la imagen mariana que se trajo de Valencia en 1920 tras el incendio del santuario, entonces iglesia del antiguo Convento de los Franciscanos, que en el año 1917 hizo cenizas la talla original.

Dividida en 6 capítulos, la muestra recoge 172 obras y objetos de los 70 pueblos que conforman el Arciprestazgo de Aliste y Alba, que se completa con 9 piezas de la Diócesis de Braganza-Miranda, 4 que pueden verse en el santuario de la Virgen de la Salud y 5 en la iglesia parroquial.

La exposición muestra al público lo "más granado" del arte cristiano de las parroquias de la comarca, aunque hay obras cedidas por particulares, del Archivo Diocesano de Zamora y del Obispado de Zamora.

En un pase para los medios de comunicación, el comisario de la exposición, José Ángel Rivera, fue descubriendo uno a uno los seis capítulos, cada uno con su texto tomado del misal romano, que constituyen esta muestra que nada tiene que envidiar a las Edades del Hombre en valor artístico.

El comisario de la exposición. José Ángel Rivera, en el recorrido por la muestra
El comisario de la exposición, José Ángel Rivera, en el recorrido por la muestra

"Te damos gracias por esta tierra tan hermosa que nos has dado..." es el pasaje que da entrada al primer capítulo, "El territorio y sus iglesias", en el que el visitante podrá descubrir "tesoros" como dos estelas hispano romanas de la Iglesia de San Mamés, una inscripción del siglo VII que se conserva en la iglesia de la Asunción de Alcañices o curiosidades como el mapa de la provincia de Zamora del siglo XVIII, donde aparecen los partidos de Alcañizas, como se llamaba entonces, y el de Carbajales, que hoy día forman el Arciprestazgo de Aliste y Alba.

El ojo del visitante tampoco puede pasar de largo del mapa del siglo XIX que utilizaba el visitador para recorrer los pueblos y de las constituciones sinodales de las vicarías de Alba y Aliste, publicadas tras el sínodo que se celebró en la Iglesia de Santiago el Burgo de Zamora en el año 1613.

Ya en el capítulo segundo, "Signados y guiados por la cruz", el turista quedará fascinado con un recorrido que revela una colección de piezas utilizadas para el Bautismo, desde los libros de bautizados de San Vitero, que datan de 1563, hasta objetos como conchas bautismales y las crismeras que contenían el óleo con el que se unge en el pecho al bautizado, el crisma que consagra el obispo y el óleo para enfermos piezas traídas de Samir de los Caños, Moveros y Trabazos y algunas elaboradas por Antonio Rodríguez, el mejor platero que ha tenido Zamora.

José Ángel Rivera puso su atención también en una colección de cruces parroquiales de plata, una del siglo XVI prestada por Miranda do Douro pero hecha por el platero zamorano Bartolomé Sánchez, otra de Antonio Rodríguez, que data de 1570, la mejor que tiene Zamora, que se conserva en Pobladura de Aliste y que ilustra el cartel de la exposición, o la de Castro de Alcañices.

Y en ese recorrido también pueden pararse en las cruces de metal de  aquellas parroquias más pobres que no podían pagar las de plata. La más antigua, una del siglo XIV de Torres de Aliste, creada en talleres hispanos que los investigadores no han logrado ubicar.

Galería de imágenes por Marcos Vicente

El tercer capítulo, "En torno a la mesa del Señor", el visitante se sorprenderá con una recopilación de patenas, píxides y portaviáticos, todas las piezas para la eucaristía con una vitrina destacada de cálices, presentados de forma cronológica, todos zamoranos menos dos que fueron hechos en Córdoba y Salamanca. Destaca uno de Antonio Rodríguez, que se conserva en la iglesia de San Juan del Rebollar. De 1626 datan dos copones donados por la marquesa de Alcañices, Inés de Guzmán, que se conservan en San Pedro de las Herrerías y Viñas. Las custodias también merecen una parada del visitante, una de ellas donada por el militar Pedro Zurrón, residente en México a su pueblo natal, Manzanal del Barco, junto con las vinajeras, una campanilla que procede de Bélgica, un plato limosnero de latón elaborado en Alemania, y el terno de Alcañices (capa pluvial, casulla y dalmática), elaborado con hilo de seda.

Hay que posar la mirada en los paños de ofrenda, típicos de Aliste, tejidos en lino, y una toalla para secar las manos después de lavatorio, obra de Marta Bermúdez, de Sejas de Aliste, además de los sagrarios, uno completo de Muga de Alba, decorado con pinturas, y las tenazas para hacer las formas que ahora se compran en los conventos.

El capítulo cuatro recopila bajo el lema "El Salvador, su madre y sus amigos" imágenes de la Virgen, el Niño y los santos con una Sagrada Familia realizada por Ricardo Flecha en 2010.

En el recorrido de las imágenes marianas destaca una pieza de madera de Nuez de Aliste del siglo XIII, la más antigua, muy deteriorada porque se "exhibía" en la parte alta de la entrada de la iglesia y, por tanto, sometida a las inclemencias del tiempo, una Virgen del Rosario de Juan Montejo, dos tallas lusas del escultor Gaspar de Acosta, que asentó su taller en Zamora, y dos imágenes vestideras, una de ellas del gran Ramón Álvarez que se conserva en Valer.

En el eje central del itinerario el Calvario de Figueruela de Abajo, de finales del siglo XVI, de autor desconocido y una de las obras más destacadas de la muestra. 

En el apartado que se reserva a los santos sobresalen un San José barroco de Carbajales de Alba, una Santa Bárbara procedente de Portugal, una talla magnífica de santa María Magdalena hecha en el taller de Ramón Álvarez en el año 1889, y de la iglesia de Santa María del Castillo de Braganza una espectacular escultura de María Magdalena que firma Pedro de Mena.

En el capítulo cinco, "Asociaciones, devociones y tradiciones", recoge documentación como una bula papal a la cofradía de Bercianos de Aliste, un cuadro de una pastora alistana de Ricardo Segundo, artista madrileño que se afincó en Sejas de Aliste, varas de cofradías y 4 maniquíes: uno vestido con el traje de casar del occidente alistano, otro de mozo, la capa albarina y el traje de boda de la carbajalina, con 100 años de antigüedad. Cierra el recorrido un ramo de ofrendas, sencillo pero con un magnífico diseño artesanal, un rosario con cuentas de coral, adornos y una litoteca que contiene una pequeña cajita de madera donde, entre algodones, se guardaban reliquias de santos, procedente de San Juan del Rebollar y recuperada por Bernardo Medina, director de la Escuela Taller de de Conservación y Restauración de la Diputación de Zamora.

En el último capítulo, el visitante se verá sorprendido por un documental con imágenes de una boda de 1927 en Sejas de Aliste y en otro monitor, una película de Fernando López Heptener, el que fuera corresponsal del NO DO en Zamora, sobre la procesión del Jueves y Viernes Santo en Bercianos de Aliste.

Las imágenes "rodean" la talla del Yacente de Bercianos, que preside esta última sala, junto con dos esquilas que servían para acompañar al cura durante la comunión, una tabla de indulgencias, un relieve del siglo XIX de San Martín del Pedroso, y las llamadas memorias de aniversario, donde se escribía una relación de las fechas de las misas por los difuntos, más una colección de fotografías antiguas.

Con el objetivo de que "Salus" también sea un revulsivo económico para la zona, la exposición reserva un pequeño espacio para que el turista pueda hojear los dípticos que la Diputación ha lanzado para promocionar las seis rutas por la comarca que se ofrece al visitante: gastronomía, artesanía, arqueología, retablos, pinturas murales y ermitas. La entrada cuesta 5 euros.

José Ángel Rivera espera que esta exposición, que se abre mañana al público tras su inauguración por el obispo de Zamora, Fernando Valera, marque una "senda" y otros arciprestazgos tengan "la misma oportunidad" y puedan contar con su propia muestra. 

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