viernes. 29.03.2024

Escenarios de Pasión: Sagasta entre palmas

A veces se nos olvidan los principales valores de la Semana Santa, se nos olvida mirar con la mirada de esos niños que hoy, Domingo de Ramos, cogen su palma y caminan junto a un Jesús que anuncia la semana grande de Zamora.

Zamora es Semana Santa, entre otras cosas, por esa pasión que pasa de padres a hijos, esa ilusión de poder ver a amigos y familiares en la fila, esa tradición de cargadores, ese abrazo entre hermanos, entre padre e hijo, ese abrazo al acabar una procesión bajo los mismos banzos.

Todo eso que hace especial la Pasión, que la hace del pueblo, de su gente, se consigue cuando los niños, estén en la fila o en la acera, ven pasar La Borriquita de Florentino Trapero por Sagasta, con una procesión interminable de ilusiones en forma de niños que, en muchos casos, "debutan" en esta procesión o que, ven en el espejo de quienes desfilan, la Pasión que llevan dentro.

Ahora que la Milagrosa tuvo que quedarse en las aulas, que al Corazón de María le "obligaron" a cambiar su vestimenta, ahora que las altas instancias quieren quitarnos esas primeras procesiones, de tanta importancia como la de los mayores, sólo nos queda La Borriquita. Y ahí, en Sagasta, donde los niños estrenan camisas o vestidos, ahí donde el modernismo zamorano encontró su momento cumbre, ahí, en un mar de palmas, se hacen cofrades.

Escenarios de Pasión: Sagasta entre palmas
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