viernes. 29.03.2024

La generación triste con imágenes felices

Uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún tipo de trastorno mental. Si estas cifras no resultan alarmantes, les ofrezco otra mucho peor: el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años
Salud mental. Fotografía de archivo
Salud mental. Fotografía de archivo

La generación triste con imágenes felices, así podría definirse. Los adolescentes publican en Internet aquello que quieren enseñar, generalmente fotografías donde todo está bien, aunque no lo está. Y es que, las redes sociales se han convertido en el escaparate de la perfección; amoríos de película, parajes de ensueño y selfies. Muchos selfies, pero, ¿qué hay detrás de tanta fachada?

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún tipo de trastorno mental. Si estas cifras no resultan alarmantes, les ofrezco otra mucho peor: el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Mucho ha tenido que ver la pandemia, eso está claro. El aislamiento social para no expandir el virus ha provocado otra pandemia, la que no hace ruido, la silenciosa, la de la salud mental. Se estima que más de 4 millones de personas sufren depresión en España y un 15% tiene depresión o ansiedad.

Los más golpeados en esta situación son los jóvenes. El mundo va tan rápido que ni siquiera tienen tiempo a procesar lo que pasa. Ya nadie escucha. ¿Habéis visto los mensajes audio de WhatsApp que pueden acelerarse? a eso me refiero, ya ni siquiera dedicamos tiempo a escuchar a nuestros padres, a nuestros amigos o incluso a nuestra pareja. Necesitamos ir al grano, que todo vaya rápido, ¿a dónde va toda esa prisa? ¿qué nos va a quedar cuando ya no estemos aquí? El tiempo pasa volando, la vida va demasiado rápido, ¿por qué no nos paramos a escuchar en lugar de oír?

Todo gira a tanta velocidad que a veces es demasiado tarde, eso sí, lo que no es rápida es la atención psicológica en la salud pública. Largas listas de espera que llegan demasiado tarde. Además. España dedica solamente un 4% de la inversión en Sanidad a la salud mental. No se prioriza el cuidado de la población en lo que respecta a este asunto.

Aún así, la culpa no es solamente de la falta de inversión, la pandemia o las largas listas de espera, no os creáis, también falta empatía. Nadie conoce tu historia, hay que ser amable con los demás. Todos libramos una batalla que nadie más conoce. Hay que escuchar más. Sentir más. Abrazar más. Besar más. Tener palabras agradables. Un trabajo personal de todos con todos. A veces saber que una mano puede agarrarte también es medicina, no solamente para la cabeza, sino también para el corazón. No sentirse bien también está bien. 

La generación triste con imágenes felices
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