sábado. 20.04.2024

Reflexión: la nueva modalidad de confinamiento: El confinado voluntario, y en la contra el asintomático peligroso

Una nueva forma de hacer las cosas pasando muy mucho de como y de que manera lleva el estado el dime y el direte, o los enfurruñamientos con la oposición o si es cierto o no " el llega la vacuna o esto mejora"  (ironía) este es el sino de miles o millones de españoles que a la chita callando ya se auto confinan para que los "bichos" del COVID no lleguen a sus casas y sus familias.

 Una gran cantidad de españoles y como no de zamoranos y zamoranas, solo sale a trabajar, a comprar y como mucho a dar un paseo al caer la tarde noche para así no tener más contacto que el de sus familiares directos.

Ejemplos de como llevar este momento de crecimiento ostensible y que lleva a pensar más en los mayores que en uno mismo y aun cuando es parte de un egoísmo doloroso, el no participar en comidas y cenas familiares que den la excusa perfecta al COVID-19 para dejar a la familia sin algún miembro o mandarlos a todos 14 días a casa de forma forzosa y con la incertidumbre de ser o no positivo o ser asintomático peligroso.

Esa es otra de las figuas que surgen de esta pandemia, el asintomático peligroso, es el hombre o mujer que entiende que al no tener síntomas aún siendo positivo, la vida puede ser normal y puede hacer lo que hacía antes, salir a comprar, a llevar a los niños al cole o a pasear con las amigas, o más allá... sacar las vacas que pasten.

Nos quedamos con al figura del confinado voluntario, personas responsables que no utilizan el transporte público al no ser caso de urgente necesidad, no piden la vez, ni esperan colas y si lo hacen respetan las distancias, no solicitan citas previas porque si, y respetan sobre todo a los mayores.

Trabajan, a casa, recogen a los niños en el colegio y hacen vida de recogimiento que es lo que toca porque el ir a casa de los abuelos a verlos quizá ... con mucho dolor y mucho sufrimiento interno no, puesto que no será tarde para que el monstruo del COVID que vino a vernos se marche como alma que lleva el diablo cuanto antes. Pero es nuestra responsabilidad, como la de mi amiga Carmen que tira de su hijo, de sus padres, (desde lejos para evitar roces innecesarios) y es una madre que trabaja en turnos de los intempestivos, de 4 de la mañana a 12 del mediodía o de 3 de la tarde a 10 de la noche. Ella tiene un trabajo cara al público y no quiere arriesgar la vida de sus padres, es una confinada voluntaria de las que verán pasear o correr con la mascarilla puesta para hacer el deporte que necesita, y seguro que alguna vez les ha cobrado y tras la mascarilla habrá sonreído al pasarles sus compras por una de las cajas de su trabajo, esa sonrisa valdrá la pena poderla ver cuanto todo esto pase.

Hacerlo bonito es complicado, sobre todo en estos tiempos de pandemia, no poder ver como las personas sonríen nos ha roto hasta los esquemas de la felicidad, pero prefiero la mirada cómplice de Carmen tras su mascarilla, o la de tantas y tantas personas de mi entorno a las que muero de ganas de abrazar pero que se taxativamente que como confinado voluntario no debo hacerlo.

Gracias a Carmen, a Kike, a Ana, a Javi, a Cristina, a Luis, a ....tantos y tantos que saben que lo más urgente en esta vida es vivirla, ya veremos más adelante sin el bicho, como devolvernos los abrazos perdidos, pero ahora es tiempo de confinamiento voluntario.

Reflexión: la nueva modalidad de confinamiento: El confinado voluntario, y en la contra...
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