No paran los casos de fallecidos, de nuevos contagios y de positivos entre la población siendo los más ancianos los que marcan el deceso en casi todas las ocasiones, pocos libran y desde que las residencis de el Puente y Villarrín, Villar del Buey y Corrales han marcado los brotes y las ambulancias no paran de llevar abuelos al HVC. Hoy Zamora vuelve a cifras alarmantes como ayer, y ante ayer, y seguro que mañana, hoy Zamora cuenta con 4 zamoranos menos y con más de 60 nuevos positivos, entre ellos sanitarios que al final no libran de coger el "bicho" como cualquier ser humano, porque no son ni súper héroes ni súper heroínas aunque a veces lo parezca.
Ellos son los de primera línea los de trajes con escafandra, gafas, calzas, guantes, equipos EPIS y toda la parafernalia habida y por haber, pero tanto va el cántaro a la fuente o lo lleva puesto encima, que al final acaba por contagiarse y teniendo en su mismo organismo ese COVID-19 SARS2 que tanto está haciendo por llevarse almas al cementerio.
Las cosas se han vuelto a poner más que serias y los datos no cuentan nada bueno la curva vuelve a ser ascendente y se calienta y mucho el mundo sanitario y sociosanitario ya que los profesionales brillan por su ausencia y están teniendo verdadero problemas en encontar sustitutos.
Los protocolos que los políticos y autoridades sanitarias se hartan a contar no son llevados a cabo por una sanidad que ya está desbordada y por unos protocolos indefendibles.
Veamos el caso un profesional sanitario TES ( técnico en emergencias Sanitarias) positivo en una unidad UME o Soporte.
Entre 3 y 6 personas como poco conviven en esos puestos de primera línea que aunque son los de más riesgo: No son los que más cobran, ni los mejor tratados, ni los que mejores condiciones de trabajo tienen, tampoco los que más y mejores medios, diga la administración lo que diga puesto que el contagio existe y para muestra el botón. Un o una TES positivo, en este caso que nos ocupa con síntomas y en cuarentena ya en su casa donde está aislad@ de su familia.
La urgencia en hacer la PCR a su marido, de ayer al martes, a sus hijos menores, llame usted a su pediatra a ver que hace. Los protocolos no funcionan y las cadenas de contagio se ve que no son paliables con este tipo de acciones que rompen los esquemas a quienes saben y trabajan con el "bicho" al pie del cañón. El aislamiento y la PCR a los compañeros de la unidad brilla por su ausencia, el caos está claro que se mantiene y tras más de 6 meses con la pandemia encima no hemos aprendido nada, ni administración, ni usuarios.
Estamos avocados a un nuevo confinamiento puesto que hemos perdido el miedo y el norte, o eso o es que definitivamente nos han mentido y siguen mintiéndonos con las cifras, los protocolos y las verdaderas razones para ocultar datos y actuar a la carrera a la improvisación y el largo etcétera que provoca que la indignación llegue a todos. La carrera por la VIDA ha de ganar, pero así va a ser complicado.