El Zamora CF salvó un punto agónico frente al Ourense en el Ruta de la Plata en un partido que tuvo poco de brillante y mucho de angustioso. José Carlos, con un remate de cabeza en el último suspiro del descuento, rescató un empate que, por lo visto sobre el césped, parecía impensable.
El encuentro arrancó con un Zamora dominador, moviendo el balón con criterio pero sin generar ocasiones claras. Los rojiblancos parecían controlar el ritmo, aunque sin profundidad suficiente para incomodar a la zaga visitante. Fue el Ourense, más práctico, quien golpeó primero. En el minuto 36, tras una excelente jugada colectiva, un centro medido al área encontró a Del Olmo en segunda línea, solo, que definió con un disparo seco. Un golazo, sin discusión, que reflejaba la eficacia visitante más que un error defensivo del zamora.
El tanto supuso un punto de inflexión. A partir de ahí, el Zamora se desmoronó. Los errores empezaron a acumularse en cada línea del equipo y los de Juan Sabas mostraron una de sus peores versiones de la temporada. Ni Joel Priego ni Karlo Speljack, lograron aportar claridad. Kike Márquez y Guille Macho, pilares en otros encuentros, también tuvieron una noche para olvidar. Y lo más preocupante: la reacción no llegó.
La segunda parte continuó con un Zamora apático y un Ourense que pudo haber sentenciado en el minuto 60, cuando Fermín Sobrón obró un milagro. El guardameta rojiblanco, el mejor del partido con diferencia, detuvo un penalti que podría haber dejado el choque visto para sentencia. Sin embargo, ni siquiera esa acción sirvió para espolear a los zamoranos, que siguieron atascados, abusando de balones largos al área sin ningún tipo de plan ni criterio.
Luis Rivas empeoró la situación al ver una tarjeta roja clara, dejando al equipo con diez en un tramo final que parecía destinado al desastre. Pero el fútbol, a veces, se ríe de la lógica. En el minuto 94, cuando apenas quedaba tiempo para nada, Carlos Ramos colgó un balón al área en una de las últimas jugadas del encuentro. Fermín Sobrón, con valentía, subió a rematar. No fue el meta quien tocó el balón, pero su presencia contribuyó al desconcierto en el área. José Carlos apareció para cabecear el empate y desatar la locura en el Ruta de la Plata.
Un empate que no tapa las carencias mostradas por el equipo, pero que al menos suma un punto más en la clasificación. Con este resultado, el Zamora escala provisionalmente a la undécima posición, aunque los resultados pendientes de la jornada podrían devolverle al duodécimo puesto.
El Zamora CF deberá reflexionar sobre su rendimiento y recuperar sensaciones de cara a los próximos encuentros. Porque si algo quedó claro esta noche, es que los milagros como el de José Carlos no llegan siempre.
