El conjunto de Balta sufrió en la primera parte en un campo que nadie había tomado hasta la fecha pero en el segundo tiempo, con un chispazo de Moreira, los zamoranos se volvieron a adelantar y Aarón cerró el partido aunque en tiempo de descuento la Cebrereña apretó y obligó a los rojiblancos a sufrir.
El Zamora CF sigue batiendo records en su temporada de regreso a Tercera División y suma una nueva victoria para vencer en un campo que, hasta el momento, nadie había sido capaz de tomar y en el que el Zamora pone su pica. La novena victoria consecutiva de los rojiblancos fue un partido sufrido, peleado pero feliz, especialmente por el trabajo de Miguel bajo palos salvando en varias ocasiones a los suyos y declinando la balanza para los de Balta.
Empezó el Zamora pletórico gracias a un zapatazo de Juanan que se coló por la escuadra y que ponía a los zamoranos por delante y ahí se acabó la versión ofensiva rojiblanca en los primeros cuarenta y cinco minutos, encerrados por una Cebrereña que juega muy cómodo en su campo y que lleva todos los balones a la pelea por alto, algo ante lo que Balta se defendió conugadores como el propio Juanan o Nata.
Sufría el Zamora el acoso de los locales con un Miguel inconmensurable todo el encuentro que, sin embargo, veía como una falta lanzada por Terleira se colaba en su escuadra sin que pudiera hacer mucho. Era momento de cerrar líneas y apretar para que, al menos, al descanso se llegara con igualada.
Y de la misma forma que en el primer tiempo, en la segunda parte los rojiblancos volvieron a tener puntería de inicio y Moreira colaba una volea imposible en la portería abulense y volvía a poner por delante a los zamoranos, que golpeaban de nuevo. El guión no se repitió en esta ocasión, y el dominio local no fue tan abusivo, llegando alguna ocasión más de los zamoranos, aunque con Miguel parando balones a bocajarro y sacando piernas imposibles cuando en la grada se cantaba el gol del empate.
Sufrían de nuevo los zamoranos cuando, en una jugada ensayada, Aarón era el más listo de la clase y, en un disparo que rozaba en un defensa, abría su particular cuenta goleadora y ponía el 1-3 que parecía poder otorgarle tranquilidad a un cuadro rojiblanco que relevó a algunas de sus piezas antes de ver como, en una jugada embarullada llegaba el 2-3, de nuevo obra de Terleira y el sufrimiento final. Un sufrimiento que Nata esquivó con un gol en el descuento que permitió celebrar la novena consecutiva.