Fue uno de los puntos más polémicos y desató el enfado de algunos de los presentes, incluidos algunos de los que votarón a favor de que continuara una directiva que gozó de 100 apoyos y 46 abstenciones, mientras que ningún voto votó en contra de la directiva actual.
La directiva no tenía planeada una cuestión de confianza sobre ellos mismos, sino que únicamente se llevaba a la asamblea una cuestión de confianza sobre un paquete de medidas a realizar que, de soslayo, explicó Segismundo Ferrero. Sin embargo, ante la presión de una asamblea que se volvió caliente en ese momento, la directiva tuvo que cambiar sus planes y someterse a esta votación.
El apoyo de la asamblea no fue mayoritario, haciendo visible la fractura que existe en el club desde hace años, pero si suficiente para superar una cuestión de confianza que permite salir con fuerza a los cinco directivos de la asamblea. Entre las abstenciones, que aunque no votaron en contra si que mostraron su desconfianza en la actual directiva de Segismundo Ferrero, se encontraban los miembros de antiguas directivas que estaban presentes, gente cercana al club en épocas anteriores o incluso personas que trabajan en la base del club.