El Zamora CF rescató un valioso empate en un terreno de juego en mal estado, un factor que condicionó el desarrollo del encuentro y limitó la calidad del espectáculo. Así lo reconoció su entrenador, Juan Sabas, quien no dudó en señalar que el campo no reunía las condiciones óptimas para la práctica del fútbol: "Si me pongo en la piel de futbolista, a mí no me gusta jugar en un campo así".
El técnico rojiblanco explicó que la posibilidad de reprogramar el partido existió, pero que la decisión final quedó en manos del árbitro. "Pregunté al míster del Nastic y me dijo que preferiría no jugar. Al final, ni para nosotros ni para el espectáculo ni para la gente que viene a ver el partido es algo que pueda gustar", señaló. Pese a las complicaciones, el duelo se disputó tras mejorar ligeramente el césped con labores de drenaje.
En lo deportivo, Sabas valoró el esfuerzo de sus jugadores y destacó que, pese a las adversidades, el equipo supo reaccionar para sumar un punto. "Hemos sido mejores en líneas generales, hemos tenido más ocasiones que ellos, pero en dos chispazos nos hicieron gol. Sin embargo, los chicos no dejaron de creer hasta el final", afirmó.
El Zamora CF, que se mantiene firme en la zona alta de la clasificación, afronta las últimas jornadas con optimismo. "Tenemos nueve partidos para disfrutar. El objetivo que nos marcamos al principio lo tenemos al alcance de la mano", subrayó Sabas, consciente de que el equipo ha logrado sobreponerse a las dudas iniciales y ahora recibe elogios por su rendimiento.
Sobre el rendimiento defensivo, el entrenador reconoció que ciertos errores les han penalizado, aunque defendió el trabajo del equipo. "Estamos entre los tres o cuatro equipos que menos goles encajamos. Los rivales también juegan y nosotros estamos encantados con lo que hemos conseguido", sentenció.
El próximo reto del Zamora CF será mantener la dinámica positiva en un tramo final de temporada en el que el margen de error se reduce. "Vamos a seguir trabajando para mejorar y seguir compitiendo al máximo nivel", concluyó un Sabas que, pese a la dificultad del partido, se mostró satisfecho con la actitud de los suyos.
