El Zamora CF vivió este fin de semana uno de sus peores partidos como visitante en la presente temporada, cayendo con contundencia y viendo esfumarse sus opciones de alcanzar el ansiado Play-Off de ascenso. Un encuentro para olvidar, tal y como lo definió su entrenador Juan Sabas, quien no dudó en hacer autocrítica y reconocer que el equipo no estuvo a la altura del momento.
“Ellos eran más conscientes que nosotros de lo que se jugaban”, admitió Sabas al término del partido. El técnico rojiblanco lamentó la falta de intensidad y concentración de sus jugadores frente a un rival que supo aprovechar los errores zamoranos desde el inicio del encuentro. “Ha sido un partido para olvidar, de los peores que hemos hecho como visitante”, sentenció.
Pese a los intentos desde el banquillo por cambiar el rumbo del encuentro, con variaciones tácticas y la entrada de jugadores de refresco, el equipo no logró reaccionar. “Nos han pillado y nos han echado de la fiesta”, resumió gráficamente el técnico.
Sabas también se mostró escéptico sobre la posibilidad de correcciones inmediatas de cara a la última jornada, asegurando que la única manera de corregir profundamente sería “echándonos a todos el año que viene”, aunque matizó que el equipo ha hecho “muchas cosas bien durante toda la temporada”. En su análisis, recalcó que el equipo ha superado una temporada complicada mentalmente, transformando un inicio difícil en una campaña meritoria.
Con el Play-Off ya fuera del alcance, el Zamora CF centrará ahora todos sus esfuerzos en cerrar el curso con una victoria en casa que les permita asegurar plaza en la próxima edición de la Copa del Rey. “Es una competición que gusta en Zamora, que gusta a la gente, que gusta en el club”, dijo Sabas, mostrando confianza en que el equipo sabrá reponerse anímicamente para dar ese último empujón.
El entrenador no ocultó su decepción por no poder brindar una alegría a la afición desplazada, destacando el compromiso de quienes viajaron para apoyar al equipo. “Te da pena no estar en la fiesta del último partido, llegar con opciones habría sido un empujón moral para todos”, confesó.
En un cierre de discurso especialmente honesto, Sabas apeló al orgullo por el trabajo realizado y al privilegio de dedicarse al fútbol: “Nosotros somos unos privilegiados de la vida… si esto nos afecta mentalmente, es que somos gilipollas”.