El Zamora CF logró un empate (1-1) en su visita al Unionistas en Salamanca en un encuentro cargado de intensidad, donde las mejores sensaciones del equipo rojiblanco quedaron empañadas por un fallo defensivo que permitió el gol del empate en los minutos finales.
El partido arrancó con un Zamora bien plantado en el césped y con las ideas claras. La primera mitad tuvo color rojiblanco, con varias ocasiones claras que no lograron materializarse. Clavería, sólido en defensa, fue un bastión importante para frenar los intentos de un Unionistas que apenas inquietó la portería de Iván Martínez. Sin embargo, la preocupación llegó cuando el central tuvo que recibir atención médica, encendiendo las alarmas en un equipo ya castigado por las lesiones.
El Unionistas salió mejor tras el descanso, dominando los primeros compases de la segunda parte y obligando al Zamora a replegarse. El equipo salmantino empezó a generar peligro, especialmente por errores en la salida de balón de los visitantes. Sin embargo, cuando más trabado parecía el encuentro, emergió la figura de Kike Márquez. El mediapunta, fue el catalizador de los ataques rojiblancos, aportando claridad y dinamismo en un tramo complicado del partido.
En el minuto 72, llegó la jugada que parecía decantar el encuentro: un penalti claro sobre Pito Camacho tras una acción en el área. Kike Márquez, con sangre fría, lo transformó en el 0-1 para desatar la alegría entre los seguidores zamoranos desplazados en el Reina Sofía.
Cuando el Zamora CF parecía tener controlado el encuentro, llegó el jarro de agua fría. Un fallo defensivo tras un saque de banda mal despejado por Castañeda permitió a Rastrojo encontrar el empate en el minuto 86. El tanto revitalizó al Unionistas, que se lanzó con todo a por la victoria en los últimos minutos, mientras que el Zamora, algo más conservador, se conformó con defender el empate.
Buenas sensaciones, pero con margen de mejora. El empate deja un sabor agridulce para un Zamora CF que, aunque fue superior en el global del encuentro, no supo mantener su ventaja. Las jugadas a balón parado fueron una de las principales armas del equipo de Sabas, que sigue mostrando una buena imagen.