Los rojiblancos hicieron 45 minutos salvables y una segunda parte para olvidar en el encuentro que les enfrentaba al Somozas, y se mantienen una semana más en promoción de descenso, con cada vez menos rivales en la lucha por un descenso que ya ha consumido al Marino de Luanco.
Una semana más la misma historia para el Zamora CF. Otra vez más una derrota por la mínima, ese 1-0 que ya parece el resultado fetiche de los rojiblancos, especialmente tras el parón invernal, un resultado que han repetido en seis ocasiones y que ha condenado a los zamoranos a los puestos de abajo.
El encuentro comenzó con un Somozas que parecía cómodo sin el balón y con un Zamora que tomaba el control del partido pero que no conseguía profundizar. Ni gallegos ni zamoranos generaban ocasiones, ninguno lograba excesivo peligro a excepción de un corner muy cerrado de Rodri que amenazaba con entrar.
Le sentó muy mal el paso por vestuarios a los rojiblancos, que dejaron de dominar, dejaron de tener la pelota y siguieron sin tener ocasiones, quedando a merced de un Somozas que iba a más en el partido hasta que pasada la hora de juego llegaba el gol de los gallegos que finiquitaba el partido.
Pese a que Aguirre movió el banquillo no llegó ninguna solución desde los suplentes y el equipo, que parecía sin alma, no encontraba ocasiones de juego, y únicamente encontró un lanzamiento desviado de Prada y un tiro que chocó con la defensa de Arkaitz. Poco más hizo el Zamora que se volvió de vacio y sigue en el filo una semana más antes de recibir al intratable Real Oviedo.
