El Zamora CF respira tranquilo tras la derrota de la jornada anterior gracias a la sufrida pero suficiente victoria ante el Atlético Bembibre por 1-0 y con varias ocasiones de gol desaprovechadas.
Y es que ya se presentaba un partido emocionante, a tenor de los cambios que tuvieron que afrontar antes de comenzar el encuentro. Álvaro de la Iglesia entró al terreno de juego después de que Andoni Andrés abandonase al sentir molestias durante el calentamiento. Por si fuera poco y en contra de lo habitual el equipo arrancó en el fondo norte, en contra del reparto habitual del campo.
Aún así, los rojiblancos empezaron el partido con mucha intensidad y dispuestos a resarcirse del tropiezo de la semana pasada. En frente, un Bembibre que no quería ponerles las cosas nada fáciles y que provocó que los rojiblancos pasasen momentos de incomodidad. No obstante, poco a poco los de Balta fueron asentándose en el campo, con oportunidades de gol y de dominio del juego hasta que en el minuto 37 a que Edu Ruiz inaugurara el marcador tras un penalti de Cubero.
Así fue al descanso, con una ligera ventaja en el marcador y con una amarilla a Juanan. Por ello, el objetivo en la segunda parte era afianzar esa ventaja, ante un Bembibre que también fue ganando en comodidad y en ataque a los rojiblancos con el objetivo de igualar el marcador.
Sin embargo, al final la segunda parte resultó algo monótona donde el Zamora no conseguía encajar un nuevo gol en la portería contraria, aunque sí fue suficiente para frenar al Bembibre.
Las entradas de Peli por Nacho Huertas, Raúl Álvarez por Nacho Huertas y Nata por David Álvarez no fueron suficientes para ampliar la ventaja en una segunda mitad donde el Zamora volvió a ver las amarillas a Álvaro de la Iglesia, Manu Moreira y Peli.
Finalmente, un resultado de 1-0, una victoria justa para el Zamora CF pero suficiente para sumar otros tres puntos en la clasificación, pese a estar de antemano a gran distancia de la Gimnástica Segoviana.
