Los rojiblancos se abstraen de los problemas económicos de la entidad que tienen contra las cuerdas a cuerpo técnico y primera plantilla y hacen uno de los mejores encuentros de la era Balta, especialmente en 45 minutos que dejaron visto para sentencia el partido.
Sobró la segunda mitad en el Ruta de la Plata porque, con 3-0, el Zamora sesteó y el Mirandés "B" fue incapaz de hacerle daño a los zamoranos. Pudo servir, únicamente, para ampliar la renta y retener un liderato que, de forma anecdótica, viaja a Segovia de nuevo por la diferencia de goles.
Pero hubo 45 minutos que levantaron al público de sus asientos, 45 minutos en los que el Zamora fue un equipo global, en el que funcionaron todas las piezas y que dominó cada uno de los aspectos del encuentro frente al filial rojillo. Rubén Moreno inauguró el marcador y Edu Ruiz ponía el 2-0, dejando a los rojiblancos con el encuentro muy controlado.
Las dos bandas eran puñales, no sólo con Aarón y Moreira, sino con subidas de Coque y Medu. Los centrales y Vilchez contenían el juego del filial y Nacho Huertas se soltaba con facilidad logrando enlazar con un gran David Álvarez, que, pese a no ver puerta generó mucho peligro y con Rubén Moreno, un coyote que, con otros dos goles, sigue lanzando al Zamora.
Y mientras en el campo el equipo cumple, la preocupación crece sin saber cuál será la solución para jugadores y cuerpo técnico o para evitar que el aspecto del Ruta sea cada vez más desangelado.