Los rojiblancos tuvieron el balón durante la gran parte del encuentro pero se marcaron un gol en propia puerta que le dio los tres puntos a los riojanos frente a un Zamora CF que no fue capaz de hacer daño a la SD Logroñés.
El fútbol de mentira del que hablaba Fabri, ese que permite tener mucho tiempo el balón pero sin crear ocasiones, ese que muchas veces le permitió hacer el Zamora CF el pasado año a muchos clubes a los que acababa matando al contrataque, lo sufrió el club rojiblanco que no pudo superar a la defensa riojana y que acabó cayendo con un gol en propia puerta de Ramiro Mayor en una jugada que no revestía peligro.
En la primera mitad hubo un monólogo rojiblanco con el balón, llegando hasta tres cuartos de campo donde se chocaba una y otra vez frente a la muralla que planteó el Tato Abadía y que le sirvió para llevarse los tres puntos.
Los locales buscaban el contrataque pero sin peligro, gracias a un serio Zamora en la retaguardia que le permitía seguir teniendo el balón y tocar en el centro del campo donde Ochoa aparecía en todas las jugadas mientras Aarón y Jorge Hernández, acompañados por un superlativo Rubén Sánchez recibían faltas de los jugadores locales, que acabaron viendo hasta siete amarillas durante el encuentro.
En la segunda mitad una jugada desafortunada en la que Ramiro Mayor se metió el gol en propia puerta, le acabó dando los tres puntos a la SD Logroñés. Lo siguió intentando el Zamora CF, buscando rematar algún balón que le diera el empate.
Fueron esos los mejores minutos de la SD Logroñés, que pudo marcar el segundo cuando un cabezazo se estrelló en el palo de Imanol, y que gozó de otro par de ocasiones cuando los rojiblancos empezaban a buscar a la desesperada el empate.
Reclamaron los rojiblancos la expulsión, en dos ocasiones, de un jugador local, primero por una mano y después por una entrada abajo a Rubén Sánchez, pero el colegiado no entendió que fueran necesarias esas tarjetas.
Pudo llegar el empate cuando un balón entre líneas llegaba a Dalmau y batía a Mandaluniz, pero el línea señalaba fuera de juego y no permitía que el gol subiera al marcador.
Debutó Jokin Esparza con los zamoranos, gozando de casi media hora de juego y dejó detalles de calidad pero se le notó todavía sin la dinámica del grupo, por lo que tendrá que seguir entrenando para adaptarse al equipo.
El Zamora acaba la jornada en novena posición, y se le acercan los puestos de descenso por la victoria del Tropezón y la de la SD Logroñés.