Los rojiblancos sufrieron mucho en la primera parte en El Plantio pero consiguieron adelantarse con un gol de Salva Rivas. Lamentablemente, la alegría le duró muy poco a los zamoranos, que vieron como en un minuto el equipo castellano le daba la vuelta al marcador y dejaba a los rojiblancos con más de un pie en Tercera División.
Hubo un rayo de esperanza cuando Salva Rivas adelantaba a un Zamora CF que hasta entonces seguía vivo por las meritorias actuaciones de Garabato, que habían salvado el gol en más de una ocasión. Fue un momento de alegría incluso en el juego, que durante unos segundos dominó por completo a un Burgos que, después de haber perdonado el gol, reaccionó y en cuarenta segundos hizo trizas las esperanzas zamoranas. Y a partr de ahí, un querer y no poder.
Tuvo que aparecer al cuarto de hora Garabato, que ante una defensa muy adelantada, como ya hiciera hace siete días Balta, se encontró con un mano a mano frente a Llorente tras una contra de libro de los burgaleses y tapó como un portero de fútbol sala cuando El Plantío cantaba el 1-0. En el córner que siguió a esa jugada, tuvo que volver a parar Garabato cuando un delantero remataba sólo.
El partido se fue inclinando hacia el lado burgalés y primero Prada tenía que desviar a saque de esquina un disparo de Carralero y Garabato, en la más clara de la primera media hora, tapaba a Cristian un disparo a bocajarro que tenía marchamo de gol.
Pasada la media hora, aprovechando la lesión de Gabri, el Zamora cogió aire y tuvo una jugada magistral para adelantarse después de una buena jugada de Arkaitz que repelió la defensa y que le cayó a un Sergi Mut que la pegó de vicio pero se encontró con el cancerbero.
En el córner no llegó Kurbus, pero el balón siguió siendo rojiblanco y Salva Rivas, le pegó muy ajustado a la cepa del poste y consiguió adelantar a los zamoranos, que aprovechaban esos minutos de superioridad para ponerse por delante.
El gol fue vitamina para los zamoranos que dominaron completamente a los burgaleses hasta que volvieron a estar con once y que, aunque no gozaron de grandes oportunidades, parecían dominar el partido y poder poner tierra de por medio. Sin embargo, duró muy poco la alegría rojiblanca ya que Cristian se sacaba un zapatazo increíble que hacía imposible la estirada de Garabato y ponía las tablas y, sin tiempo para lamentarse del gol encajado, Cristian volvía a adelantar a los suyos tras una gran jugada de Carralero.
Aurreko fue el gran protagonista de los segundos finales del partido, después de que los suyos se adelantaran, parando un mano a mano a Coque y salvando después un disparo de Manu Gavilán que podía haber puesto de nuevo las tablas.
En la segunda mitad lo intentó algo más el cuadro rojiblanco, buscando un emapte que le permitiera, al menos, llegar con alguna opción más al último encuentro liguero, pero el Zamora, a excepción de una ocasión en los primeros minutos, fue muriendo poco a poco, agonizando víctima de sus errores y del nerviosismo.
Igual que ocurriera en Logroño, cuando los zamoranos veían como el equipo local le daba la vuelta al marcador en un minuto, Arkaitz tuvo el gol del empate en el tiempo de descuento pero Aurreko salvó los muebles a los suyos con una parada espectacular. Finalizó el partido el Zamora ahogando a los burgaleses en su área pero el premio no llegó y el Zamora se quedó a escasos centímetros del descenso a Tercera División.
