El Zamora ante una última jornada de redención

De nuevo el Zamora jugándose la vida en la última jornada, de nuevo los rojiblancos viviendo al límite por la salvación y, hasta ahora, salvando los muebles en la última fecha; de nuevo los rojiblancos pendiente del transistor, y jugándose, a noventa minutos, toda una temporada.

En la historia moderna del Zamora, en medio de los años y de play-off y especialmente después de esas vacas gordas, el equipo rojiblanco se ha jugado a cara o cruz todo el año en una última batalla apasionante. Hasta ahora, siempre le ha salido cara aunque partía con la ventaja de depender de si mismo. Así llegó a Salamanca, al partido en el Ruta frente a la Ponferradina o a Mieres. Tres de los últimos ejemplos de un conjunto que dejó los deberes para el final.

En Salamanca apareció Dani Mateos tras unos momentos de gran tensión tras la expulsión de Miguel y el gol charro. Frente a la Ponferradina el que llegó fue Curro, para introducir la pelota en las redes después de que el tiempo corriera en contra de los rojiblancos; en Mieres la bota de Nacho Matador dibujó una parábola imposible para el cancerbero.

En las tres ocasiones el Zamora estuvo, algunos minutos, en Tercera División. En el encuentro frente a la Ponferradina, el empate salvaba al Sestao y al Guijuelo, pero el gol de Curro mantuvo a los rojiblancos en Segunda B. En Salamanca, tras la epxulsión de Miguel y posterior emapte charro, los rojiblancos veían como los resultados se aliaban para que el desenlace fuera fatal, pero apareció Dani Mateos y después los rivales de los zamoranos erraron y la salvación fue bastante cómoda. En Mieres, Alcalá y Sanse tuvieron durante algunos minutos, casi hasta el final del partido, la salvación, hasta que apareció Nacho Matador.

Ahora no vale únicamente con ganar, por eso la empresa es más complicada y aunque los rojiblancos consigan volver a vencer en la jornada 38, deberán esperar aliados en otros campos, resultados positivos que les permitan estar un año más en Segunda "B".

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