Un testarazo de Kone mantiene vivos a los de Paco, que cayeron, con orgullo, ante una gran Real Sociedad (3-1), antes de visitar el Ruta de la Plata, el próximo domingo y enfrentarse al Zamora CF.
Poco tardaron los de Jagoba Arrasate en hacer efectiva la diferencia de categorías. En el minuto dos, con los equipos aún fríos, Chori Castro botó un córner en corto. El uruguayo inició la jugada para, después, recibir, colgar el balón al área y asistir a un Mikel González que se había anticipado a la zaga para añadir la primera muesca a su cinturón.
El Racing intentaba crecer, más después del gol, pero la Real no lo permitía. Las eliminaciones de Sevilla y Almería a manos de los de Paco parecían estar muy presentes en una Real que seguía apretando y colgando balones con peligro. Sobre todo, desde una banda izquierda en la que las basculaciones de Seferovic eran un problema constante para Francis.
Los cántabros sufrían en defensa y padecían la diferencia de calidad en tareas ofensivas, donde la férrea retaguardia donostiarra no daba ni un metro de más a sus contrincantes – Koné, en especial, era el más perjudicado, siempre con Mikel e Íñigo muy pendiente de sus movimientos -. Chori Castro, Vela y Seferovic tuvieron ocasiones para ampliar el marcador, pero, primero la ausencia de efectividad, y, después, Mario, lo evitaron.
Una falta lejana, ejecutada por Andreu fue la mejor oportunidad para los de Paco. El mediocentro chutó desde lejos y el balón, tras meter la mano Zubikarai, acabó impactando en el larguero.
La ocasión parecía meter a los visitantes en el partido. El empate se convertía factible. Pero, acto seguido, Mikel borró las ilusiones racinguistas con un testarazo. El central recibió, de primeras, un balón medido desde la izquierda y, solo en el segundo palo, cabeceó para no perdonar y firmar su doblete particular.
Pasaba ya la media hora de juego y el Racing se resignaba a su suerte. Su difícil empresa se complicaba, minuto a minuto. Un remate lejano de Saúl apenas inquietó a Zubi, que atrapó en dos tiempos.
Estuvo a punto de llegar la sentencia al filo del descanso, pero el línea anularía el gol por fuera de juego. Esta vez, Chori sacó el córner hacia el primera palo, Xabi Alonso peinó y Vela, en el segundo palo, empujaba a gol. La posición del azteca, ligeramente adelantado, dio la razón al colegiado.
Comenzaron la segunda mitad los de Arrasate intentando no bajar el pistón, conscientes de que la eliminatoria estaba en sus manos, pero, poco a poco, el ímpetu del Racing fue imponiéndose. En el 8′, una gran jugada combinativa acabó en un zurdazo mordido de Ander Lafuente que Zubi sacó bien a córner. La réplica llegaría, poco después, en un uno contra uno de Seferovic, que había recibido un buen pase filtrado de Chori Castro, que Mario Fernández desbarataría brillantemente. La ocasión fue sólo el anticipo de lo que ocurriría poco después.
En el 61′, una gran galopada de José Ángel acabó en un centro del gijonés buscando a Xabi Prieto. El capitán dejó pasar para que la pelota llegase a Carlos Vela. El azteca, con un dulce toque, colocó el balón en el segundo palo y aumentó la distancia realista.
El 3-0 parecía la sentencia. Noqueó de tal manera al Racing que los de Paco parecían una marioneta incapaz de cobrar vida para intentar recortar distancias. Seferovic, tras un pase estelar de Xabi, pudo anotar el cuarto, pero la pelota no encontró portería.
Con sólo diez minutos por delante, la escuadra cántabra se fue a por todas. Ya no había nada que perder. Los centros al área comenzaron a sucederse y la Real se vio obligada a recular. En un centro de esos llegaría el gol.
Corría el 82 cuando Iñaki Saenz recibió en la izquierda. El lateral levantó la cabeza, vio a Kone solo en el segundo palo, afinó la zurda y se la puso en la cabeza. El costamarfileño hizo el resto. Uno más a su cuenta particular y botellín de oxígeno para la vuelta.
El gol fue una inyección de fe para los visitantes, que se lo creyeron y estuvieron a punto de mejorar el resultado. El testarazo de Mariano, tras un gran centro de Saúl, estuvo muy cerca de llevar la euforia a la grada. Al igual que una volea del canterano que Zubikarai envió a saque de esquina con una gran mano. Pero la esta no llegó, y tendrá que esperar, al menos, siete días más.
El 3-1 en contra no le pone las cosas fáciles a los de Paco que, por qué no, comenzarán a soñar con la remontada después de su partido liguero contra el Zamora, en el Ruta de la Plata.