Los cadetes del Zamora CF y del San Lorenzo han escenificado un partido en el que jugaba toda la sociedad zamorana y especialmente el mundo del fútbol, que ha estado presente en la charla anterior y en el partido de fútbol, para decirle al mundo entero que Zamora no es una ciudad homófoba.
Si en un partido de fútbol lo más importante son las tarjetas rojas que el colegiado acaba sacando, hablaríamos de un partido bronco, lleno de faltas, de conductas antideportivas y feo de ver. Sin embargo, hoy, en la Ciudad Deportiva, ha sido todo lo contrario aunque la tarjeta roja era la gran protagonista.
Era una tarjeta roja contra los prejucios, una tarjeta roja a todos los que habían conseguido que el colegiado Jesús Tomillero dejara el mundo del arbitraje, una tarjeta roja a los insultos homófobos en el mundo del fútbol; era una tarjeta roja de toda la sociedad zamorana.
En la charla previa, varios representantes de clubes zamoranos, Tomillero ha contado su experiencia de vida y los motivos que le han llevado a dejar el arbitraje, justo antes de enfundarse, por última vez, el traje de árbitro y sacarle, junto la sociedad zamorana, roja a la homofobia.
