Derrota muy dolorosa para el Zamora CF ante el lider de la categoría, un Real Oviedo que cuajó un partido muy serio y que se valió de los errores de los rojiblancos y del nulo peligro ofensivo que crearon los zamoranos hasta que Gavilán marcaba el gol de la honra.
No por esperado dejó de ser doloroso. El Zamora CF sucumbió presa de sus errores ante un buen Real Oviedo que se limitó a ser serio, no cometer errores y esperar que el rival se cocinara a fuego lento. Por eso los primeros quince minutos fueron de alternancia, de un Real Oviedo sin prisa arropado por su público y un Zamora sin complejos que quería repetir el encuentro en el Tartiere.
El líder, sin prisas, sabía que los rojiblancos están abajo por errores, errores que ellos no estaban dispuestos a cometer y que si esperaban de su rival mientras movían la bola. El primero en errar fue Kurbus, que perdió el duelo con Sergio García, que ya había avisado en otra ocasión, y adelantó a los azules aunque no celebró el gol ante su afición.
Con ese gol desapareció la versión ofensiva del Zamora, que por no crear peligro, no lo hizo ni siquiera a balón parado y se dedicó a intentar taponar las intentonas de un Real Oviedo que de nuevo volvieron a valerse de una pérdida en campo contrario para que Borja Valle se fuera de un Carrillo que vió la décima amarilla de la temporada muy pronto y se encontró condicionado todo el encuentro, para batir por raso a Miguel y matar el partido antes del descanso.
En el segundo tiempo el Zamora intentó alargarse dando entrada a Carlos de la Nava, buscando prolongaciones para Manu Gavilán, y el Real Oviedo dio un paso atrás ante los empujones rojiblancos, pero la ilsuión duró lo que duró Jurbus en cometer otro error infantil junto con Miguel, dejando un balón muerto que aprovechó Borja Valle para hacer el 0-3 que acababa con los rojiblancos. Entonces Aguirre cambió a los dos mediocentros, cansados por el trabajo de todo el partido y ligeramente dañados en sus gemelos y Salva Rivas y Rodri consiguieron hacer un buen trabajo y dar algo de aire a un equipo que buscaba desesperadamente el final del partido.
Cervero, en posición dudosa, corrió un balón largo que la defensa rojiblanca decidió no correr, dejándole sólo en el mano a mano con un Miguel que poco pudo hacer, pese a ser esta tarde el mejor de los rojiblancos. Manu Gavilán, después de una buena jugada de Sergi Mut, ponía el 1-4 con el que se acababa el partido que deja a los rojiblancos en puestos de descenso a falta de cuatro jornadas para el final.