David Movilla, entrenador del Zamora CF, compareció este jueves en la rueda de prensa previa al partido de este sábado (16:30 horas) ante el Atlético Tordesillas en el estadio de Las Salinas.
El conjunto rojiblanco llega a esta jornada 19 del campeonato liguero en un estado de forma inmejorable. La formación zamorana llega como líder indiscutible del Grupo VII, con 11 puntos de ventaja frente al segundo clasificado (Burgos Promesas) y tras lograr la gesta de eliminar a todo un Sporting de Gijón en el partido de Copa del Rey del pasado martes (2-1). Por su parte, su rival se ubica en la 17ª plaza, con tan solo 14 puntos; aunque es cierto que de los últimos 5 partidos tan solo ha perdido uno y ha conseguido ganar otros dos. Después de un inicio de liga lleno de tropiezos, la formación vallisoletana comienza a carburar.
El éxtasis copero. “Retrasamos el entrenamiento del miércoles porque se juntaron muchas emociones y es cierto que durante la jornada de ayer (en referencia al miércoles) teníamos muy reciente el partido ante el Sporting, pero desde entonces ya estamos focalizados en el partido de este sábado. Estas cosas afectan más al entorno, que te felicita –algunos que solo se acuerdan de ti en Navidad te envían un mensaje, pero igualmente lo agradecemos– y te saludan por la calle. No obstante, para bien o para mal nosotros tenemos un partido ante el Tordesillas y no le damos más importancia”.
Fatiga. “Hoy (por este jueves) todavía los jugadores que jugaron los 90 minutos frente al Sporting acumulaban fatiga –esto es así, afecta más a las 48 horas–, pero los jugadores tendrán este viernes de descanso y estoy seguro que el sábado vamos a estar en condiciones de afrontar el choque”.
Un Tordesillas en evolución. “Es un equipo que viene haciéndolo bien, han sumado dos de las tres victorias que tienen en los últimos cinco partidos. A nivel de juego son valientes en su propuesta, pero el mal arranque liguero, sumado a la marcha de jugadores importantes y una plantilla repleta de jóvenes, les ha hecho ser más prácticos y adoptar un fútbol más vertical, exponiéndose menos y ya no abre tanto el campo como al inicio de la competición o como venía haciendo el año pasado.
Un terreno de juego complicado. “Ya el año pasado el campo estaba muy botón, costaba controlar el esférico. Aún así, y con las lluvias, seguramente el campo se ablande y el balón ruede algo. Espero que no haya muchos charcos”.
Merecidas vacaciones. Después del partido de este sábado, en el que el Zamora podría encadenar sumar su 18ª victoria en 19 encuentros, los jugadores tendrán sesión de entrenamiento el domingo 22. A partir de ahí, los futbolistas del Zamora disfrutarán de una semana de vacaciones hasta el día 30 toda vez que la jornada correspondiente al fin de semana del 29´, frente al Salamanca B, ya la disputaron y ganaron el 13 de noviembre. El 31 volverán a descansar y el día 1 los rojiblancos empezarán el año con entrenamiento.
