El Zamora CF acudía a Irún con la necesidad de cortar la mala racha de los últimos encuentro, en el primer partido del "tourmalet" de encuentros durante una semana. El primer encuentro de Yago Iglesias en el banquillo rojiblanco era un hueso duro ante un Real Unión.
El conjunto local saltó al césped con Jon Irazusta, Gorka Quijera, Ekhi Senar, Jagoba Beobide, Quique Rivero, Aitor Seguín, Miguel Santos, Alejandro Barbudo, Mikel Pradera, Chema Núñez y Nacho Sánchez. Un once bastante ofensivo con un sistema de 4-3-3.
La primera alineación de Yago Iglesias como técnico rojiblanco fue Jon Villanueva, Iñigo Piña, Garay, Astray, Cordero, Dani Hernández, Juanan, Carlos Ramos, Jorge Fernández, Adri Herrero y Kepa.
El partido estuvo dirigido por Manuel Pozueta Rodríguez (comité cántabro), asistido por José Miguel Álvarez Borbolla (comité cántabro) y Alaiz Gutiérrez Martino (comité navarro). El cuarto arbitro fue Diego Bolado Palencia (comité cántabro).
El encuentro comenzó de mala manera para los intereses visitantes. El Zamora CF no era capaz de conseguir encontrar su sitio dentro del verde y eso producía imprecisiones y nerviosismo en la zaga rojiblanca, acostumbrada a tener graves problemas a lo largo de toda la campaña liguera.
Con profundidad y velocidad el Real Unión de Irún incidía por la banda de Cordero, que mal posicionado y sin velocidad producía un agujero que era aprovechado por los locales. Problemas defensivos en los de Yago Iglesias que venían acompañados de poca frescura en la parte de arriba, sin acercamientos claros.
El primer tanto del partido llegaría rondando el minuto 40 de juego, cuando un error garrafal de Jon Villanueva en el área servía el gol en bandeja a Mikel Pradera, que adelantaba a un Real Unión que se estaba mereciendo el tanto. Una primera mitad que acabaría con un Zamora CF encerrado en el área dando señales claras de imposibilidad de revertir la situación. (1-0, 1ra parte)
Tras el descanso, el conjunto rojiblanco salió con la intención de buscar un empate que cambiara la tendencia en el encuentro. Una situación que duraría tan solo un cuarto de hora, tiempo en el que Real Unión ajustó la defensa.
El partido se definiría con una pérdida de balón de Garay en la salida, siendo penalizada de manera magistral por Kun, tras una contra de libro, poniendo el dos cero en el marcador.
Los de Yago Iglesias intentaron acercarse, pero no sería hasta la roja directa en el 89 de Oyarzun que permitía acercarse con mayor claridad, al tener uno más. Un tanto que no llegó y que certificó una nueva derrota de los rojiblancos.
El próximo rival será el Extremadura UD, en Copa del Rey y en liga en una semana vital para los intereses rojiblancos.