Los rojiblancos, que recibieron el tercer gol en la última jugada del partido, asediaron al Real Avilés y estuvieron muy cerca de lograr el premio del empate en una acción de Arkaitz que se topó con el portero cuando los asturianos pedían la hora, especialmente tras quedarse con diez en el minuto 75.
No pudo llegar la tercera victoria consecutiva frente a rivales asturianos aunque los rojiblancos merecieron mayor premio de lo que el marcador refleja, especialmente en una segunda mitad en la que no permitieron al Avilés crear ocasiones de peligro y en el que estuvieron cerca de marcar hasta en cinco ocasiones claras.
El partido se puso cuesta arriba demasiado pronto, porque los blanquiazules estaban siendo muy superiores en el juego aéreo y eso condicionaba al Zamora, que no estaba cómodo en el Suarez Puerta. Omar Sampedro, ex rojiblanco, inició una jugada de ensueño y llegó hasta el área rojiblanca donde dejó en bandeja el balón para que Antonio Matas adelantara a los suyos. Esa ocasión llego 30 segundos después de que los zamoranos pudieran haberse puesto 0-1 en una buena jugada para Gavilán que no encontró portería.
No se amilanó el cuadro de Aguirre que lo siguió intentando y que encontró en una gran jugada ensayada el tanto del empate. Cristian ponía el balón al segundo palo donde aparecía Garretas para marcar su primer tanto esta temporada después de consolidarse en el centro de la zaga.
Al gol del empate le sucedieron varias jugadas de peligro de los avilesinos que remataban todos los balones aéreos que llegaban al área defendida por Cantero y que obligaron al joven cancerbero a hacer varias paradas de mérito, especialmente una que se colaba por la escuadra y que rozaba el zamorano para enviarla a córner.
Sin embargo, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompió y Cantero, tras varias actuaciones estelares, la pifiaba y dejaba un balón muerto que aprovechaba Jandrín, tras varios rebotes, para volver a poner por delante a los suyos.
La segunda mitad se volvía a plantear cuesta arriba para el equipo de Aguirre, pero los rojiblancos consiguieron encontrar más a Manu Gavilán y a Aarón y estos empezaron a crear un cuadal de juego que permitia a los zamoranos embotellar al Real Avilés y no permitirle ninguna ocasión de sentencia.
Uribe supo ordenar a los suyos en dos líneas de cuatro que cerraban las intentonas de los rojiblancos, aunque tuvo diez minutos de zozobra que pudieron costarle caro. Manu Gavilán y Arkaitz hacían de las suyas y encadenaron tres tiros que bien pudieron acabar en gol, especialmente un mano a mano de Arkaitz con Alejandro que se fue fuera.
El Real Avilés se fue haciendo fuerte en defensa y el Zamora, que volvió a cambiar a sus dos mediocentros para dar aire con Salva Rivas y Fran Ochoa, maduraba el partido moviendo la bola pero sin volver a crear peligro. Aun así, el asedio zamorano acabaría teniendo sus frutos en un centro de un, de nuevo, sensacional Dani Mateos que cortó Berni con la mano y que provocó la segunda amarilla y expulsión del avilesino.
El Zamora tenía por delante quince minutos con uno más y la primera jugada de peligro iba a ser el lanzamiento de falta de Arkaitz que, tras pegar en un defensa llegó mansamente a las manos del portero. Pese a que no se descompuso el cuadro asturiano, los zamoranos apretaron, cada vez más volcados en la meta rival y en el tiempo de descuento Arkaitz se plantaba sólo delante del portero y lanzaba la bola a las manos del cancerbero que salvaba los muebles a su equipo.
Tras esa jugada, y con todos los rojiblancos en campo contrario, el Real Avilés lanzó la contra y aunque Dani Mateos consiguió llegar en el repliegue, Abraham se iba de Cantero y ponía el 3-1 en la última jugada del partido.
