No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia, y en este caso la ley de la sin razón hace que todo se cumpla. La "pillada" in fraganti de este operario de limpieza de la ciudad de Zamora deja sin sentido su trabajo.
A parte de ser un acto sancionable el de orinar en la vía pública y concretamente en la Avenida de Galicia, hay que contar con el agravante de que sea un operario de la limpieza quien orine en un contendor de basura.
En la madrugada no solo hay actos vandálicos que son denunciables, sino que también hay personas que no cumplen con los cometidos establecidos como trabajadores, en este caso del servicio de limpieza de la ciudad. Zamora no está limpia precisamente, para mantener este tipo de "personas" en puestos como el de barrendero, y si los grafitis afean la capital y en muchos lugares la basura se acumula, en este caso el agravante es más que claro y condenable.
Si este tipo de acciones no son totalmente denunciables y condenables, y no se toman acciones correctoras nada podremos hacer con los que nos gobiernan ya que las "pilladas in fraganti" son más que comunes. Antes lo eran mucho más en la parte alta de esa sociedad que está más sucia que nunca, pero parece ser que ya todo vale y en todas partes tienen verdaderos actores de lo incívico y deleznable.
Robar y ser corrupto tiene o debería tener un castigo en el día a día, pero también en este tipo de actos se denota la calidad humana y la falta de vocación y servicio público.