Los bancos están viendo mucho más movimiento de compra debido a este sucesivo aumento del precio en el alquiler de las viviendas, los clientes prefieren hipotecarse a perder su dinero.
La provincia también destaca en el ámbito regional: en Castilla y León, Zamora ha sido la que más ha encarecido el alquiler, por encima de otras provincias como Ávila (+14%), Burgos (+11,8%) o Valladolid (+10,3%).
Subida generalizada, pero desde precios bajos
Aunque el incremento porcentual es notable, Zamora sigue siendo una de las capitales más económicas para alquilar una vivienda. Solo Ciudad Real (7,6 €/m²) y Cáceres (7,8 €/m²) comparten el mismo umbral de precios bajos. A pesar de ello, la presión sobre el mercado comienza a sentirse en una provincia tradicionalmente tranquila en este aspecto.
El encarecimiento del alquiler preocupa especialmente en un contexto de escasa oferta disponible y en el que cada vez más personas optan por alquilar en lugar de comprar, debido a los elevados tipos de interés y las dificultades para acceder a una hipoteca.
Menos oferta, más tensión
Según el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, “la Ley de Vivienda y la falta de incentivos para los propietarios han reducido drásticamente la oferta, tensionando el mercado y haciendo que los precios suban incluso en zonas donde históricamente el alquiler era más accesible”. La consecuencia directa es que el acceso a una vivienda en alquiler en Zamora empieza a alejarse de los bolsillos más modestos, sobre todo en zonas con mayor demanda como la capital o municipios bien conectados como Morales del Vino o Corrales.
¿Qué significa esto para los zamoranos?
La subida de precios afecta a estudiantes, jóvenes que buscan independizarse, familias en transición o personas mayores que necesitan cambiar de domicilio. A esto se suma la escasa rotación del parque de viviendas en alquiler, lo que complica aún más el acceso a una opción digna y asequible.
En plena ola de calor y con la ciudad recibiendo a cientos de veraneantes y emigrantes que regresan en julio y agosto, el panorama del alquiler se vuelve más competitivo y limitado, haciendo necesario un debate urgente sobre políticas de vivienda también en nuestra provincia.