Era el turno de Zamora. El de agradecer medio siglo, 50 años que se dice pronto, de entrega desinteresada de Cipriano García al frente de Caja Rural. Fue en el año 1973 -concretamente un 3 de enero de ese año- cuando Cipriano tomó las riendas de una entidad con más de un siglo de historia y cuyas raíces se anclan a 1902 de la mano del ilustre zamorano Luis Chaves Arias.
El recinto ferial de IFEZA se quedaba pequeño para recibir al conjunto de autoridades, empresarios, invitados y, cómo no, de familiares y amigos de Cipriano con la presencia de su hermana y sus hijas a las que se les ha hecho entrega de un ramo de flores. Ha sido en el inicio de un evento que se ha prolongado por casi tres horas y en el que, pese al diseño milimétrico del evento, han podido finalmente los gestos de cariño constante hacia su figura, extendiéndose más allá de lo inicialmente planeado.
El periodista Sergio Martín tomaba las riendas de un homenaje en el que las palabras de agradecimiento y elogio se encadenaban para poner en valor "el éxito y expansión" de un Cipriano que ha logrado traspasar fronteras y abrir sucursales hasta en Madrid. Sus más de un centenar de oficinas con vistas a seguir expandiéndose le avalan en una época en la que los cajeros y las bancas online cada vez sustituyen más a la atención personalizada del cliente. También en su apuesta por mantenerse en un medio rural cada vez más olvidado y que se ha sentido siempre arropado por la entidad.
Porque, tal y como apuntaba Manuel Fariña, de Bodegas Fariña, el "éxito de Caja Rural es el éxito de todos los zamoranos" mostrando el corazón de un hombre que tiene claro "dónde quiere llegar y cómo". Cipriano ha sido ensalzado como ejemplo de la apuesta por la sociedad, la solidaridad y la igualdad, tal y como ha remarcado la consejera de Familia, Isabel Blanco, También definido como una figura que concentra al profesional y al amigo, un denominador común remarcado por sus trabajadores y por quienes se sintieron arropados en sus proyectos, inversiones y ahorros.
Dedicación 24 horas al día y 365 días al año con ilusión y con el reconocimiento de los suyos. Alguien que "se ha dejado el alma y la vida"-en palabras de Feliciano Ferrero, secretario de la Fundación Caja Rural- y que "ha llegado a donde ha querido llegar" con recordaba su antiguo compañero ya jubilado, Justo Benéitez.
Recordando los momentos de mayor esfuerzo para sacar adelante las cooperativas -con el especial hincapié del presidente de Cobadu que reconoció que Caja Rural fue la única entidad que confió en ella- pero también poniendo en valor la igualdad de género y manteniendo los servicios por encima de los beneficios. Hoy Caja Rural y toda Zamora homenajea a Cipriano como una figura clave deseándole que mantenga la “etapa brillante” que vive la entidad.
LAS PALABRAS DE CIPRIANO GARCÍA
Ha sido un discurso de y para el el recuerdo. El de sus inicios como botones en una Caja Rural en un 3 de enero "que cambió su vida" y que aún hoy recuerda como "el "hito más accidental de su vida". Visualizando su entrada a una Caja Rural que celebraba bautizos y bodas con el carácter familiar que ha sabido mantener con el paso de los años, Cipriano ha tenido palabras de agradecimiento para José Luis Santos, el interventor de la entidad y encargado de abrirle la puerta. También de su socio 'Tito', de Ignacio Arrieta, para los 350 empleados que mantienen el prestigio de la entidad. Tantos y tantos que han contribuido a situar a la entidad en lo más alto gracias a con confianza ciega.
En su intervención, Cipriano ha repasado las miles horas de trabajo, los consejos y oportunidades de ascenso, el reconocimiento a una vida de continuo sacrificio y aspiración que se ha prolongado durante décadas y que aún hoy mantiene. Un repaso en el que ha cobrado importancia la alianza con Cobadu y que les ha servido para erigirse como el ejemplo de unión para elevar aún más a dos empresas emblemáticas de Zamora.
Pero ha sido también un discurso con cabida para los momentos complicados vividos por la entidad en el año 1994: "No se me olvidará nunca cuando llamabais ante el temor de los clientes de que la caja se arruinara". Una situación a la que la caja supo sobreponerse gracias a la implicación del resto de entidades compañeras y, especialmente, del Banco Cooperativo. Una caja que, tal y como ha precisado, "ha emergido de las cenizas con todo el ánimo e ilusión" y que les corrobora como la evidencia de que "cualquier proyecto o situación, por negativa que sea, es reconvertida con liderazgo, determinación y mucho esfuerzo".
"Estos últimos 25 años han sido tanto para mi como para la Caja absolutamente ilusionantes e impresionantes". Con ese recuerdo, Cipriano ha agradecido a todos los presentes su colaboración a la hora de hacer de valedores de Caja Rural como una entidad capaz de competir en primera línea. Porque, asegura sentir que "en todo este recorrido profesional nunca he estado solo",
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