Durante el verano, se observa una disminución del 20 al 30% en el número de oncólogos disponibles en hospitales de España, lo que plantea serias preocupaciones sobre la continuidad del tratamiento para pacientes con cáncer.
La Fundación Alivia ha resaltado esta problemática y ha instado a las autoridades a tomar medidas para asegurar la presencia de oncólogos durante los meses estivales, especialmente en las áreas menos pobladas del país.
En ciudades como Zamora, Ceuta, Melilla, El Bierzo, Murcia, Burgos y Madrid, la reducción en el personal de oncología durante el verano es particularmente notable, afectando la continuidad del tratamiento y generando incertidumbre y estrés entre pacientes y sus familias.
La falta de oncólogos obliga a los profesionales presentes a asumir una carga de trabajo significativamente mayor, lo que puede llevar a un aumento en los tiempos de espera y a la reprogramación de citas.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha indicado que se necesitarán entre 87 y 110 nuevos oncólogos anualmente hasta 2040 para mantener un ratio adecuado de casos por médico.
Sin embargo, la inestabilidad laboral en el sector dificulta tanto la incorporación como la retención de estos profesionales, con muchos jóvenes oncólogos considerando cambiar de carrera o emigrar debido a la falta de contratos permanentes.
