Por tercer día consecutivo, Vox continúa con las protestas frente a la sede del PSOE de Zamora. Una jornada más han vuelto a mostrar su repulsa frente a los acuerdos de Pedro Sánchez con la formación de Carles Puigdemont en Bruselas. La ley de amnistía o la transferencia del servicio Rodalíes a Cataluña son algunas de las cuestiones clave acordadas con la vista puesta en lograr que la investidura de Pedro Sánchez salga adelante, prevista para este miércoles, algo que se garantiza gracias a los "síes" ya confirmados de su propia formación, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV BNG y CC.
Unas movilizaciones que arrancaban este domingo con 150 participantes y que continuarán nuevamente. Los simpatizantes lo tienen claro "España no se vende, se defiende". Y así seguirán mostrando su rechazo, frente a la sede de los socialistas, en sintonía con el resto del territorio nacional.
La procuradora de Vox y presidenta del partido ya lo dejó claro el domingo, "lucharemos hasta el final". Y así está siendo. Una nueva concentración como muestra de la indignación "frente a la barbarie de los separatistas" con un Pecho Sánchez que "une" a todos los que "quieren separar nuestro país".
Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha presentado esta mañana, ante el Tribunal Supremo, una querella contra Pedro Sánchez que incluirá la petición de que "se paralice", de manera cautelar, la celebración de la sesión de investidura del dirigente socialista. Abascal ha enmarcado esa medida en las acciones que el partido está desarrollando para intentar detener "por todos los medios legítimos el golpe de Estado perpetrado por el PSOE con la ayuda de sus socios parlamentarios", y que incluye el apoyo a las movilizaciones diarias que miles de ciudadanos están secundando ante las sedes socialistas, así como la exigencia de que "nuestro socio allí donde formamos gobiernos" (en alusión al PP) convoque "cuanto antes movilizaciones institucionales en las regiones donde no existe una mayoría golpista".
