Aquel 14 de marzo de 2020, el presidente Pedro Sánchez anunció medidas excepcionales para contener la rápida propagación del virus, que ya había causado más de 120 fallecimientos y contagiado a más de 4.200 personas en el país.
El impacto en España
La declaración del estado de alarma supuso restricciones sin precedentes en la movilidad y actividades cotidianas. Se prohibieron desplazamientos no esenciales, se cerraron comercios, bares, restaurantes y se suspendieron eventos culturales y deportivos. La población se vio obligada a adaptarse a una nueva realidad de confinamiento domiciliario, que se extendió hasta el 21 de junio de 2020.
Durante estos meses, España vivió momentos de incertidumbre y dolor. Los hospitales enfrentaron una presión extrema, con profesionales sanitarios trabajando incansablemente para salvar vidas, a menudo sin los recursos adecuados. La sociedad respondió con solidaridad: cada tarde, a las 20:00 horas, millones de ciudadanos salían a sus balcones y ventanas para aplaudir la labor de los sanitarios.

El confinamiento también trajo consigo cambios en la vida diaria. El teletrabajo se convirtió en la norma para muchos, las clases presenciales fueron sustituidas por educación en línea y actividades cotidianas como hacer ejercicio o pasear estuvieron restringidas. La ansiedad y la depresión aumentaron significativamente, afectando especialmente a las personas mayores que experimentaron mayores niveles de soledad.
La situación en Zamora
En la provincia de Zamora, al igual que en el resto del país, la pandemia dejó una huella profunda. Las calles de la ciudad, habitualmente llenas de vida, quedaron desiertas. Las tradicionales procesiones de Semana Santa, un referente cultural y turístico de la región, fueron canceladas por primera vez en décadas, afectando tanto a la economía local como al ánimo de sus habitantes.

Los hospitales de Zamora se adaptaron rápidamente para atender a los pacientes afectados por el virus. El personal sanitario local mostró una dedicación encomiable, enfrentándose al virus en primera línea y cuidando de los enfermos en condiciones difíciles. La comunidad zamorana se unió para apoyar a sus vecinos, organizando iniciativas de ayuda para los más vulnerables y demostrando una solidaridad ejemplar.
Aplaudimos a los sanitarios que aún siguen maltratados, los políticos cancelaron sus actividades, los del parlamento se quedaron en casa y cobraron dietas por la no asistencia, las instituciones se volvieron locas para buscar mascarillas y epis que solidariamente muchos entregaron para que los sanitarios al menos...pudieran cuidarnos. Entre tanto muchos se hicieron ricos con la miseria y la enfermedad de millones de españoles.

Estos fueron los términos más buscados en Google durante la pandemia
La pandemia también se reflejó en las tendencias de búsqueda en internet. Durante los primeros meses de 2020, términos relacionados con el virus dominaron las consultas en Google en España. Palabras y frases como "coronavirus", "síntomas del coronavirus", "estado de alarma", "cuarentena", "mascarillas" y "cómo hacer pan en casa" estuvieron entre las más buscadas. Estas búsquedas reflejaban las preocupaciones de la población, desde entender la enfermedad hasta adaptarse a la vida en confinamiento.
Cinco años después, las secuelas de la pandemia aún son evidentes. Aunque muchos indicadores económicos han recuperado sus niveles previos, persisten desafíos significativos. La salud mental de la población se vio afectada, con un aumento del 25% en casos de ansiedad y depresión. La tasa de divorcios aumentó un 13% en 2021, y la condición conocida como COVID persistente sigue sin ser totalmente comprendida.
La Pandemia COVID 19 y su confinamiento añadido
La pandemia también resaltó la importancia de fortalecer los sistemas de salud y estar preparados para futuras crisis sanitarias. La necesidad de mecanismos de respuesta rápida, reservas estratégicas de material sanitario y un sistema robusto para abastecer medicamentos críticos se hizo evidente. Aún hoy en día no se saben las reservas que hay para epis y mascarillas, que seguro alguna de las caducadas habrá en los almacenes de la verguenza de este país, que aún hoy día descubre tramas de viles y ruines que se enriquecieron con la miseria de los demás.
La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después en nuestra sociedad. Nos recordó nuestra vulnerabilidad y la importancia de la solidaridad y la cooperación. Hoy, al recordar aquellos meses de incertidumbre y sacrificio, es fundamental valorar las lecciones aprendidas y trabajar juntos para construir un futuro más resiliente y preparado para enfrentar cualquier desafío que pueda surgir.
Pero llegó la esperanza con la vacuna aquella que nos recordaba que era mejor ponersela o ver como podías morir solo en una cama de hospital o en tu propia casa. Cuantos habrían dado su vida por haber podido darle un atisvo de esperanza con una vacuna a padres, madres....