Recuerda UPL que una zona de bajas emisiones (ZBE), según la normativa, es un área en las que se restringe el acceso a determinados vehículos en función de sus emisiones y permiten la entrada de aquellos otros que si cumplen con los estándares exigidos; incluso en ciudades con cinco veces más de población que Zamora, Gijón, por ejemplo, no llega ni a prohibirse esa circulación en la ZBE.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Zamora, sin aclarar aún ninguno de los condicionantes de esta nueva zona en la ciudad (no se sabe que vehículos podrán circular, si tendrán validez los distintivos DGT, si podrán circular motos o vehículos profesionales, etc.), lo que si ha hecho con mucha premura, antes incluso que publicar la nueva ordenanza y poder presentar alegaciones, ha sido barrer de un plumazo todos los aparcamientos en superficie de la zona, sin que esto sea exigencia recogida en la ley de cambio climático y transición energética, de tal manera que ni los vehículos que en su día pudieran circular por estas calles: eléctricos, híbridos, de bajas emisiones, etc., van a encontrar un lugar donde estacionar, incluso donde parar.
Desde UPL se considera que este capricho municipal va a perjudicar gravemente la actividad económica de la zona, del mercado de abastos y de los múltiples comercios establecidos en su cercanía, no solo por las dificultades al vecino de la ciudad, si no a todos los zamoranos de la provincia que se ven obligados a desplazarse a la capital para realizar sus compras habituales y de los cuales dependen muchos negocios, y a los que ponen en la tesitura de desplazarse a otras ciudades por tardar menos en llegar a ella que en encontrar un aparcamiento en Zamora.
Esa eliminación, que no regulación de los aparcamientos, hace preguntarse a UPL si la motivación real de estas obras no será la de forzar al zamorano a tener que cotizar obligatoriamente en los dos parking cercanos a la zona más que a crear una Zona de Bajas Emisiones, parkings, por cierto, que no tienen capacidad para absorber las plazas eliminadas en superficie.
Nuevamente una vuelta de tuerca municipal más a la maltrecha economía de los ciudadanos, comerciantes y autónomos de esta ciudad.