Universitarios zamoranos: Seguir estudiando sin saber cuándo serán evaluados

Las carreras universitarias y los másteres en España son muy diferentes unos de otros. Hay carreras eminentemente teóricas y otras bastante prácticas. Hay universidades con un programa de aprendizaje online muy avanzado y otras que siguen apostando por las clases presenciales. Dentro de todo ese maremagnum, los universitarios zamoranos de diferentes carreras se enfrentan a un cuatrimestre único en el que el reto es mayúsculo para profesores, alumnos y universidades.

A algunos les ha pillado recién aterrizados en la vida universitaria; otros estaban a punto de acabar; algunos todavía no saben como van a ser evaluados y otros no saben ni siquiera las fechas. El día a día de los universitarios es como una carrera de fondo en la que no saben donde está la meta. Estudian a diario, realizan algunos ejercicios que les mandan sus profesores y se encuentran con dificultades para seguir una programación que, en muchos casos, no está hecha para realizarse online.

Siete universitarias zamoranas y un universitario nos cuentan como están viviendo estos días, como es su día a día, como les van a evaluar y como van a presentar sus proyectos finales o, al menos, lo que saben de ello.

"En mi carrera no es muy complicado seguir el ritmo de trabajo pero exigimos saber ya cómo van a evaluarnos"

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Lara de Castro estudia Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y cuando se suspendieron las clases tenía que enfrentarse a las recuperaciones del primer cuatrimestre, aún sin fecha. Ese fue el primer problema con el que se encontró en una carrera en la que, por lo general, están consiguiendo avanzar en el temario sin muchos problemas.

"A día de hoy solo sabemos que las fechas de exámenes son las mismas que antes, por lo que nuestro curso ni se alarga ni existe la posibilidad de hacer exámenes en septiembre. Algún profesor nos ha dicho particularmente lo que tiene pensado hacer pero de otros aún no sabemos nada y seguimos haciendo cosas sin saber cómo será el examen. También estamos esperando noticias de cuándo serán las recuperaciones de asignaturas del primer cuatrimestre, ya que las teníamos la última semana de marzo y se aplazaron" explica esta zamorana de 21 años.

Lara valora de forma muy positiva el "feedback" que está teniendo de sus profesores y la adaptación que han logrado tener a la enseñanza online: "Respecto a las asignaturas de traducción, ha sido bastante fácil adaptarlas a la docencia online. En general, los profesores nos suben archivos con teoría y nos piden traducciones cada semana. Ellos están disponibles para contestar a nuestras dudas, pero es verdad que se complican un poco estas asignaturas y tardamos más al tener que ser autodidactas con la teoría. En interpretación también estamos siguiendo la docencia. Cada semana, la profesora sube diferentes audios o vídeos de discursos en francés y nosotros tenemos que grabarnos interpretándolos y mandárselos. En la facultad, esta asignatura la hacemos en cabinas de interpretación profesional: individuales, aisladas, con cascos, micrófono y herramientas de grabación profesionales. En casa, podemos hacerla con unos auriculares y grabándonos con nuestro móvil, por lo que la calidad, tanto de nuestro entorno como de nuestro trabajo, se reduce bastante".

"En mi opinión, para ser esta una situación sin precedentes no creo que en mi carrera estén teniendo una mala gestión de las clases on-line, ya que mis profesores se implican bastante aún sin tener unas pautas claras a nivel autonómico o nacional. Pero aun así, estando ya a mediados de abril creo que es razonable que los estudiantes exijamos saber cómo van a evaluarnos para poder organizarnos con tiempo" finaliza la zamorana.

"Quieren que volvamos y hagamos los exámenes presenciales"

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Carmen Ares estudia 4º de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid y critica la falta de adaptación de su universidad y de sus profesores a la situación actual: "En la mayoría de las asignaturas son lecturas, aunque hay una profesora que sí que da clases semanales".

"Creo que es demasiada carga la que tenemos estos días porque todo se complica al no ser presencial y eso nos está complicando a todos" señala Carmen quien, tiene dudas de como acabará el curso ya que la Complutense es, por el momento, partidaria de hacer los exámenes de forma presencial: "Quieren que volvamos a las clases y hagamos los exámenes presenciales y personalmente no estoy preparada para enfrentarme a un examen presencial en las mismas condiciones que estábamos a principio de curso".

Carmen, además, tiene que hacer este año el Trabajo de Fin de Grado (TFG) y presentarlo dentro de tres semanas, la parte más complicada de este cuatrimestre para la zamorana. "No tengo acceso a materiales y las consultas a los profesores se hacen por correo y ralentizan todo el proceso" señala ya que, además, no sabe como tendrá que defender ese TFG ni la fecha exacta para ello.

En el caso de Carmen, como en el de otros estudiantes zamoranos, se suma el problema del alquiler del piso en Madrid, un piso que actualmente no disfruta, al encontrarse en Zamora desde antes del inicio del confinamiento.

"Con esta situación se va a agravar aún más el panorama laboral"

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Carmen García se encuentra actualmente en Segovia donde estudia Publicidad y Relaciones Públicas con una situación complicada al suspenderse las prácticas en empresas y no saber que pasará con los TFG que deberán defender en las próximas semanas. "Las clases (pocas) que tenemos online se basan en leer y leer teoría que nadie nos explica y que se hace muy densa al ser mediante un formato online. Pasamos horas frente a las pantallas, ya sea realizando tareas online como asistiendo a estas clases. Como alumnos de publicidad, a escasos dos meses de salir al mercado nuestra situación es cada vez más confusa, las empresas siempre han sido reacias a la hora de adoptar en su plantilla a becarios y ahora con esta situación se va a agravar aún más el panorama laboral" señala la zamorana.

"Al ser mi último año de carrera a mis compañeros y a mí nos abordaban miles de preguntas: ¿qué será de mi TFG?, ¿cómo podré aprobar asignaturas de tipo totalmente práctico?, ¿qué hago con mis prácticas de empresa? Las primeras semanas fueron confusas para todos, tanto profesorado como alumnado. No recibimos solución alguna hasta pasadas unas semanas" explica Carmen García quien, a día de hoy, todavía no ha recibido solución a alguna de las cuestiones como la del TFG.

Publicidad es, especialmente en el último curso, una carrera eminentemente práctica y ha sido ese uno de los mayores problemas: "Asignaturas con una temática totalmente práctica no se han podido llevar a cabo, por lo que los conocimientos que teníamos que haber adquirido han quedado reducidos a una escasa teoría".

"¿Cómo vamos a pasar de curso en un grado universitario sin adquirir los conocimientos correspondientes?"

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Cintia De la Fuente es estudiante de 4º del Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos: "En mi caso al estar realizando el curso de 4º junto con varias asignaturas de 3º puedo apreciar mejor como nos está afectando el Coronavirus en el desarrollo de las asignaturas".

"Por las mañanas preparo las prácticas, trabajos y/o parciales que se nos han fijado para poder continuar con las materias. Por las tardes, y siguiendo con el horario marcado desde el principio de curso, tengo alguna clase online desde la plataforma de la Universidad de Salamanca. Es cierto que hay profesores que no nos imparten las clases y su vía para continuar ha sido o grabando vídeos mientras explicaban los temas y subiéndolo a Studium el día y la hora correspondiente o mandándonos correos electrónicos con el temario junto con los ejercicios pertinentes al tema. Al igual que hay profesores que mandan prácticas sin mandarnos el respectivo temario" señala la estudiante zamorana.

Sin embargo, la mayor preocupación de Cintia son las asignaturas del ámbito jurídico: "lo que más me preocupa son las asignaturas del ámbito jurídico porque es cierto que se nos puede evaluar una parte a través de casos prácticos, pero, ¿y el resto del temario?".

"Obviamente a todos nos gustaría limpiarnos ciertas asignaturas que nos llevan por la calle de la amargura, pero hay que ser realista: ¿cómo vamos a pasar de curso en un grado universitario sin adquirir los conocimientos correspondientes?" explica Cintia quien espera una respuesta desde la Universidad de Salamanca para conocer que actividades podrán realizarse en modalidad presencial y cuales son las fechas elegidas.

"Los profesores no saben todavía como pueden hacer el examen"

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David Pratsobrerroca es un estudiante de 1º de Ingeniería Agrícola en la Universidad de Salamanca que tiene "mucha incertidumbre" sobre como será la evaluación al no tener todavía un patrón marcado desde la universidad.

"En cuanto a la evaluación en sí hay mucha incertidumbre porque los profesores tienen una idea de los porcentajes respecto a las entregas y el examen, pero no saben todavía cómo pueden hacer el propio examen, y por eso estamos algo intranquilos" señala el zamorano quien, a su vez, es optimista sobre cuando se podrá conocer el desenlace: "Probablemente esta misma semana ya sepamos todo o casi todo con respecto a cómo lo harán".

En cuanto al día a día, algunos profesores han conseguido adaptar sus asignaturas mejor que otros y en algunas de ellas es bastante fácil poder seguir el temario y avanzar en la asignatura: "Seguimos algunas asignaturas con clases online donde nos van dando el temario y a la vez nos mandan entregas que tendrán importancia en la evaluación final".

"Mi tema del TFG pasó a ser imposible de hacer y me ha tocado cambiarlo por completo"

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Marta Posado estudia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid y en este cuatrimestre tenía dos asignaturas, prácticas en un instituto y la realización del TFG: "Las asignaturas de la Universidad son las que han tenido la adaptación más fácil ya que una de ellas cuenta con un trabajo grupal, del que hemos tenido que modificar su estructura, ya que se trataba de un proyecto para poner en práctica en un instituto, y se ha convertido en un trabajo de investigación y en generar una propuesta práctica. En cuanto a la otra asignatura, se trataba de una asignatura muy práctica (Primeros Auxilios), y habíamos realizado varios exámenes presenciales. El profesor ha decidido utilizar la evaluación que ya tenía, además de una propuesta de trabajo final en parejas".

"Respecto a las prácticas, las estaba realizando en un colegio privado. En este colegio desde el día que se suprimieron las clases presenciales se está dando clase de manera online, con un esfuerzo espectacular por parte de los profesores. Utilizan Google Clasroom para subir los materiales, y se conectan en videollamada con los alumnos para cada clase. Desde hace una semana asisto a estas clases online. Estoy diseñando una Unidad Didáctica para impartir yo las clases (con la ayuda de la tutora) durante cuatro semanas de manera no presencial, pudiendo finalizar así mis prácticas de la carrera" explica la alumna zamorana quien, además, expone que sobre estas prácticas sí que está encontrando dificultad a la hora de redactar otra información del centro que se exige en la memoria de las prácticas al no tener contacto con el resto del personal del centro.

Por último, el mayor problema para Marta Posado ha sido el TFG ya que la suspensión de las clases le ha obligado a empezar de nuevo: "Mi universidad tiene una temática de TFG que supone analizar el centro educativo y realizar una propuesta práctica de un aspecto de mejora para poder llevarla a cabo. Con la suspensión de las clases presenciales, este tema pasó a ser imposible de hacer, con lo que tuve que cambiar por completo la temática del TFG. Me conecto con mi tutor a través de Microsoft Teams para realizar las tutorías. En cuanto a la entrega y exposición de este, no sabemos cómo será".

"Quieren recuperar las prácticas clínicas en septiembre pero no tenemos la certeza de que sea posible"

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Jennifer Quintana es estudiante de 1º de Enfermería en la Universidad de Salamanca y se encontraba a punto de acabar las clases presenciales cuando se suspendieron las clases. De hecho, los alumnos zamoranos comenzarían mañana unos exámenes que por el momento no tienen fecha exacta ni forma: "Tenemos mucha incertidumbre ante una situación complicada que asumimos con responsabilidad ya que íbamos a empezar el próximo mes las prácticas clínicas en el Hospital Virgen de la Concha que no se van a poder realizar".

Fue esta medida, la de la suspensión de las prácticas clínicas, una de las primeras que se tomó desde la Universidad de Salamanca ya que la suspensión de clases presenciales en un principio sólo iba a ser por un periodo de quince días.

"Quieren que recuperemos las prácticas clínicas en septiembre pero no tenemos la certeza de que sea posible y estamos expectantes de la información que nos llega desde la Escuela de Enfermería" señala la zamorana que sigue estudiando y realizando, al menos, un cuestionario semanal que diseñan los profesores para seguir reforzando conocimientos para aliviar la pérdida de estas prácticas.

Jennifer, como el resto de alumnos de 1º de Enfermería, no ha iniciado ninguna práctica en una carrera que, además de la carga teórica, necesita de muchas clases prácticas que no se han podido desarrollar y que tendrán que recuperarse cuando pase el confinamiento o en próximos años.

"No sé si voy a tener los datos para presentar mi TFM"

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Nuria Mateos tenía que presentar en las próximas semanas su TFM (Trabajo de Fin de Máster), un proyecto que, además, va bastante ligado a la actualidad al ser un sistema que permite monitorizar la salud de las personas. Tanto la presentación como el estudio final requerían de presencia de sujetos para poder experimentar con ellos y es algo que a día de hoy no sabe si podrá realizar.

"Yo había terminado las clases y únicamente me quedaba realizar el TFM, que sí que me han dicho que va a ser online y eso dificulta más la presentación al ser todo mucho más frío", señala Nuria.

El TFM en el que trabaja Nuria Mateos es "Sistema de clasificación emocional basado en estímulos externos" y consiste en medir con una pulsera y un sensor creado por la zamorana los cambios sanguíneos, las pulsos musculares y otras variables que mide el sensor, mientras que los sujetos, con unas gafas de realidad virtual, ven una simulación.

"No sé si voy a poder hacer experimentos o si voy a tener los datos de algunas personas o no voy a poder salir a tomar datos. Además, tanto la pulsera como las gafas de realidad virtual tengo que conseguirlas y disponer de ellas y ahora es más difícil" explica la zamorana.

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