Una anciana precisa la reconstrucción de la mano tras ser arrollada por un autobús en Pinilla

Una mano con 40 puntos y tres dedos reconstruidos, cuatro fracturas en la nariz, el húmero roto y la cuenca de un ojo dañada. Este es el parte de lesiones de una vecina de Los Bloques, de 84 años, que supuestamente fue arrollada por un autobús urbano cuando estaba esperando en la parada del cementerio, en el barrio de Pinilla.

La mujer ha permanecido 15 días hospitalizada en el "Virgen de la Concha" y el pasado viernes fue trasladada a Salamanca para la reconstrucción de tres dedos de la mano que, según los médicos, tiene señales de que la rueda del vehículo pesado le pasó por encima.

 Los hechos tuvieron lugar el día 14 de agosto a las 11.30 de la mañana. Según relata la víctima, salía del cementerio, al que había acudido a dejar flores en la tumba de su marido por el aniversario de boda, cuando vio que el autobús de la Línea 2 llegaba por la glorieta del campo santo.

Entonces, según relata la mujer, dio señales para avisar al conductor de que esperaba el transporte público y se dirigió a la parada, donde había una señora "de la que me mantuve un poco alejada por esto del virus".

Cuenta esta vecina de Los Bloques que el bus paró pero cerró las puertas delanteras en el momento que ella llegaba para subir. "Le grité a la señora que le dijera al conductor que parara y comencé a golpear los cristales porque estaba segura de que me había visto", asegura.

Es lo último que sabe con certeza. El conductor del autobús emprendió la marcha y ella cayó al suelo boca abajo. Una de las testigos del incidente llamó al 1-1-2 y la mujer fue trasladada al Hospital Virgen de la Concha con lesiones graves. 

A los pocos minutos del suceso, la hija de la víctima recibió un mensaje de texto de su madre que rezaba "Necesito ayuda". "A mí me pareció muy raro que mi madre escribiera mensajes cuando siempre llama", comenta la hija. Cuando respondió a la llamada, al otro lado del teléfono contestó uno de los operarios de la ambulancia, que le informó de que la anciana estaba ingresada.

"Como estaría mi madre que la médico que la atendió me dijo "no te asustes, que está viva", recuerda horrorizada. El parte de lesiones confirmó la alarma: una mano destrozada, a la que le dieron 40 puntos, y señales de que la rueda del vehículo pesado le había pasado por encima de varios dedos, la nariz fracturada por cuatro sitios, el húmero roto y lesiones en la cuenca de un ojo. Días más tardes, madre e hija tuvieron que afrontar un traslado a Salamanca para la reconstrucción de tres dedos de una mano.

"Es una imagen que trato de borrar de mi mente porque la mano de mi madre estaba lisa", describe emocionada su hija, que agradece la atención de la Policía Municipal que acudió al hospital para el atestado.

"Del conductor y de la empresa de autobuses non sabemos nada. Ni se han dignado en preguntar como está. Lo único que sabemos es que el conductor ha declarado que no vio a mi madre en la parada", explica la hija de la anciana, ya en casa, donde se recupera "muy lentamente" de las lesiones sufridas.

El siguiente paso es solicitar asistencia a domicilio y decidir si denuncian los hechos ante el Juzgado.

"Tengo que ir a recoger copia del atestado, luego veremos lo que hacemos", confiesa la hija de la víctima del accidente, que implora a los condutores del transporte público que tengan "empatía con las personas mayores porque no tienen ni la movilidad ni la capacidad cognitiva de los jóvenes".

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