Jerónimo Cantuche, responsable de sanidad del sindicato UGT, expuso la grave situación que enfrenta la sanidad en Zamora, contradiciendo las afirmaciones del delegado territorial sobre la "bonanza" del sistema. Cantuche resaltó que la única forma de solucionar los problemas es reconociéndolos, instando a la administración sanitaria a abordar los múltiples desafíos presentes.
Uno de los puntos críticos que mencionó fue el estado de la base de emergencias del 112, ubicada en los sótanos del centro de salud Santa Elena. Cantuche argumentó que el edificio presenta problemas significativos que afectan la salud de los profesionales que allí trabajan. "Necesitamos una remodelación total y un espacio digno para que puedan realizar su labor", afirmó. El delegado territorial se comprometió a buscar una nueva ubicación para los servicios en breve.
La falta de información sobre la lista de espera de pacientes también fue objeto de preocupación. Cantuche criticó el nuevo sistema de citas, que ha llevado a que muchos pacientes esperen de seis a siete meses para ser atendidos. Este proceso ha sido calificado como un "enmascaramiento" de la lista de espera, ya que las citas se gestionan a través de buzones y no de manera transparente.
Asimismo, el sindicato expresó su inquietud por el aumento de derivaciones a la sanidad privada, a pesar de contar con tres hospitales en la provincia. "Es paradójico que se deriven pacientes a un centro privado cuando nuestros hospitales tienen los recursos necesarios", subrayó Cantuche.
El sindicato también hizo hincapié en la necesidad de aumentar la plantilla de administrativos en los servicios de urgencias, así como en la digitalización del archivo de historias clínicas, un proceso que aún no ha comenzado en Zamora. La falta de personal y recursos está generando una crisis en el sistema, y la UGT exige que se tomen medidas inmediatas para garantizar la atención adecuada a los ciudadanos.
Finalmente, Cantuche alertó sobre el número creciente de vacantes en atención primaria y especializada, instando a la Junta de Castilla y León a mejorar la gestión y a ofrecer más recursos para atender a una población de menos de 170,000 habitantes. "No podemos permitir que nuestra sanidad pública se convierta en obsoleta", concluyó.
La situación de la atención médica en la provincia de Zamora se torna alarmante. Según los últimos datos proporcionados, actualmente se registran 34 vacantes en el área de salud de Zamora, con un aumento notable en la demanda de atención médica en los últimos meses. Las cifras específicas revelan que hay cuatro vacantes en Benavente Norte, ocho en Benavente Sur, cuatro en Aliste, una en Campos y cuatro en Tera.
La falta de especialistas es especialmente preocupante. En el área de neurología, hay seis plazas vacantes de las cuales solo tres están efectivamente ocupadas, lo que pone en evidencia la crítica situación de la plantilla. En el servicio de urgencias, de los 30 médicos, se cuentan siete vacantes, lo que agrava aún más la presión sobre los profesionales que se encuentran en activo.
La problemática también se extiende a la enfermería, donde se han habilitado dos plazas para especialistas en enfermería familiar y comunitaria, pero aún no se han incorporado a la plantilla orgánica, dejando a Zamora como una de las pocas provincias de la comunidad sin estos recursos. Esto genera incertidumbre y preocupación entre los profesionales de la salud, quienes cuestionan si hay algún tipo de desinterés por parte de la Junta de Castilla y León hacia la provincia.
A pesar de la recepción positiva del nuevo delegado territorial, quien ha mostrado disposición para abordar estos problemas, los ciudadanos y trabajadores del sector de la salud continúan demandando soluciones urgentes. Las vacantes suman un total de 67 en atención primaria, lo que refleja un panorama crítico que afecta la calidad del servicio prestado a los ciudadanos zamoranos.