“Vamos, que tengo ganas de movimiento ya”. La gasolinera de la N-122 a la entrada a Zamora comenzaba a sentir antes de las 10:00 de la mañana los primeros pulsos de una tractorada que ha alcanzado las 200 maquinarias agrícolas.
“Hasta que no se solucione algo no vamos a parar. Esto es un desastre”. Critica el desamparo ante la dejadez sindical y la falta de atención por parte del ministerio de Agricultura al que solicitan que lleve a cambio los acabo los cambios necesarios en la nueva reforma de la PAC para que sea viable el trabajo futuro en el campo.
Los tractores se han puesto en marcha con sus titulares, asumiendo las consecuencias pérdidas de una jornada de parón absoluto al que se sumará el consecuente consumo de combustible. Algunas de estas cabezas tractoras llegan a gastar hasta 50 litros la hora, pese a lo cual prometen no parar día y tarde y en días posteriores.
Prometen un auténtico ir y venir por las calles de Zamora, en una manifestación que discurrirá por la avenida de Requejo para bajar por Cardenal Cisneros hasta la altura del centro comercial Valderaduey, dando la vuelta ya en sentido hacia los nuevos ministerios.
Por segunda jornada consecutiva, se repiten las mismas imágenes, esta vez, magnificadas por el tamaño de una concentración, convocada por los propios agricultores que, a su paso, han podido comprobar el apoyo de la ciudadanía. Entre pitidos y aplausos, los zamoranos están con ellos sabiendo que son parte indispensable del sustento diario.
