Zamora se mantiene como ejemplo de la España vaciada, de la tradición, de ese resistir y del orgullo por conservar su patrimonio cultural. Así lo ha demostrado Antonio Ballesteros, presidente de la Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos que se lo ha puesto complicado a Boris Izaguirre en el séptimo programa de El Desafío de Antena 3 que se emite cada viernes. El showman debía distinguir entre más de treinta toques de campanas. Y casi lo logra: tres de cuatro intentos identificados con acierto.
Una prueba que despertó desde el primer momento la admiración del presentador, Roberto Leal, que revelaba al público y espectadores la importancia que tenía el tañir de las campanas en la comunicación de asuntos de tanta relevancia a nivel social como la llamada a mozos, las bodas, el fallecimiento de un vecino o avisar de peligros como tormentas o fuego. También de la complicación a la hora no sólo de distinguir cada toque y más allá, de la destreza a la hora de hacer sonar este instrumento, considerado ya Patrimonio de la UNESCO.
La seña bermeja estuvo presente durante minutos en la cadena ante la atenta mirada de millones de espectadores en el carro que porta las campanas, también en la bandera de la asociación, mientras Ballesteros lucía la camiseta de los campaneros al hacer sonar unas campanas cuyos contrapesos estaban decorador con el logotipo de la Diputación de Zamora.
Toño y las campanas con las que la asociación viaja por todo el mapa provincial realizando numerosas exhibiciones levantaron la admiración del público, también del jurado que reconoció la complicación de la prueba. Hasta tal punto causó impresión que Santiago Segura llegó a rectificar para asegurar que, en este programa, merecía ganar Boris.
Y es que ha sido una semana de intenso trabajo para un Boris que ha tenido que afinar y entrenar su oído al máximo para tratar de distinguir entre los diferentes tipos de toques y su consecuente significado para una población que, si bien cada vez escucha menos el sonido de las campanas -consideradas desde noviembre Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad-, continúa valorando el papel de los voluntarios y expertos campaneros de territorios que, como Zamora, luchan día a día por evitar su desaparición.
Una demostración que finalizó con una frase de agradecimiento de Boris ("Qué bonita Zamora") y corroborada por el presentador "Hermosa tierra, sí") y con un sentido aplauso a los voluntarios de la asociación que se han implicado y ha sido parte protagonista de este programa en el que Boris ha puesto toda su atención.
