La alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, celebró su último pleno y se despidió del resto de concejales y de la ciudadania agradeciendo la labor de todos durante los últimos ocho años y esperando no haberles fallado como persona.
La sesión, de mero trámite administrativo, comenzaba con un minuto de silencio por quien fuese alcalde de Zamora por Alianza Popular entre 1987 y 1991, Antolín Martín y ha servido para que la alcaldesa entregase un regalo a los concejales de la Corporación saliente.
Fue un pleno emotivo, como cada ocasión en la que se termina una legislatura, aunque quizá en esta ocasión, cuando muchos de los concejales de los cuatro partidos que representan a los zamoranos en la Casa de las Panaderas, se despiden y no seguirán, el pleno tuvo un mayor cariz de despedida.
Tomó la palabra Francisco Molina, uno de los vetaranos concejales que, después de dieciseis años dice adiós al Ayuntamiento y que quiso tener un emotivo recuerdo a Antolín Martín, amigo de la infancia y gran político. Habló en nombre del resto de concejales, a los que animó a seguir en la política. La última crítica de Molina al equipo de Gobierno vino por la duplicidad de cargos en Ayuntamientos y Diputaciones, algo que, según el de Izquierda Unida, le había impedido actuar como concejal de su pueblo y únicamente le había permitido "oficiar matrimonios".
Uno a uno, todos los concejales fueron recibiendo su medalla en reconocimiento por el trabajo realizado esta legislatura, algunos visiblemente emocionados, como Laura Rivera o Miguel Ángel Mateos. También hubo que destacar las ausencias de Fernando Martínez Maíllo o Alberto Rodríguez, que no pudieron acudir a este pleno.
La última en recibir su medalla fue Rosa Valdeón que recibió una ovación cerrada de parte de toda la corporación y del público asistente. La alcaldesa de Zamora aguantó las lágrimas y pidió perdón por los errores cometidos "como política" a la par que confió en no haber fallado como persona a todos los zamoranos.
Minutos antes quiso hacer un balance de los peores momentos acacidos durante estos ocho años, entre los que destacó el fallecimiento de Manuel Soriano, concejal de Izquierda Unida, o la muerte de Luis Ángel Puente en acto de servicio. Entre los momentos de mejor sabor durante estas ocho legislaturas están la construcción de la Escuela de Enfermeria y del Puente Nuevo.