A pesar de que existen zonas habilitadas para que los perros hagan sus necesidades, lo cierto es que con frecuencia su orina termina en lugares insospechados. La placa en homenaje a Ursicina Martínez, instalada en los jardines que llevan el nombre de la primera directora de la Casa de Cultura de Zamora, se ha convertido en "urinario" de perros.
Esta mañana, la placa amanecía con restos de "meadas" y algunos viandantes que paseaban por la zona han mostrado su malestar por la falta de civismo de algunos dueños de lo canes, un comportamiento que afea la ciudad y transmite sensación de suciedad.
El Ayuntamiento inauguró el pasado 16 de abril con la instalación de una placa un pequeño espacio ajardinado entre la calle de Diego de Losada y el parque de Eduardo Barrón, frente a la casa familiar en la que vivió Ursicina, para rendir homenaje a una mujer pionera.
Ursicina Martínez Gallego nació en Santa Cristina de la Polvorosa el 20 de abril de 1906 y falleció en Zamora el 14 de diciembre de 2004. Huérfana de padre desde los 11 años, se licenció en Historia por la Universidad de Madrid (San Bernardo) en 1928, obteniendo el premio extraordinario de licenciatura. De 1931 a 1941 vivió en León donde obtiene la plaza de Facultativa del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Archivo Arqueológico de San Marcos, e impartió clases en el Instituto "Padre Isla" de León. En 1941 se trasladó por concurso a la Biblioteca "Fernández Duro" de Zamora como directora, cargo que desempeñó hasta su jubilación el 20 de abril de 1976 en el puesto de Directora de la Casa de Cultura de Zamora, que ella misma promovió y de la que fue primera directora.
Casada y madre de cinco hijos, fue también socia fundadora del Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo" y profesora agregada de Bachillerato en el Instituto "Claudio Moyano" desde 1942 a 1974, en la asignatura de Latín.
