Poco menos de medio centenar de fieles, hermanos y familiares han acudido en esta fría tarde de sábado al tradicional rito simbólico de la quema de palmas organizado por la Real Cofradía de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén, la conocida como “La Borriquita”.
La quema coincide con la festividad de Jesucristo erigido como Rey del Universo y como símbolo de gratitud a su entrega para salvar a la humanidad.

La Iglesia de San Vicente ha acogido la celebración de una eucaristía a la que ha seguido la tradicional quema de palmas que han reposado a la entrada del templo hasta dar por finalizado el acto eucarístico.