De 50 a 750 euros es la cuantía económica sancionadora para aquellos zamoranos que no eliminen las heces y orines de los perros en la vía pública. Una problemática ha detectado el servicio de limpieza por parte de “algunos dueños de perros” con un perjuicio para la ciudadanía y también para el mobiliario urbano, tal y como ha indicado Pablo Novo, concejal de infraestructuras urbanas y participación ciudadana.
Con la campaña “patas arriba” el consistorio quiere que los ciudadanos abandonen “los malos hábitos”. Así, recuerda que se deben recoger las heces de los animales y eliminar con un pulverizador con mezcla de agua y vinagre, la orina.
En Zamora hay censados más de 4.000 perros que solamente pueden orinar en las zonas verdes. Sin embargo, ahora se quiere extender la cultura de acabar también con el pis, “sí que se empieza a ver a gente con una botella para eliminarlo”.
Y es que, la orina de los canes en el mobiliario urbano genera corrosión que en ocasiones “producen situaciones de peligrosidad”. Un ejemplo fue la sustitución de una farola “corroída” en la calle Fray Toribio de Motolinia que “era un peligro para los viandantes”.
Para facilitar la eliminación de las necesidades de las mascotas, los dueños de perros de Zamora podrán recoger en La Alhóndiga a partir del martes, 5 de diciembre, un pulverizador y un portabolsas facilitando el identificador de la mascota.
El objetivo es conseguir una Zamora más limpia. por ello, al salir de paseo con tu perro, debes llevar siempre bolsas compostables y un frasco de vinagre blanco natural. de esta forma, y en cumplimiento de la ordenanza, evita que el animal haga sus necesidades en las aceras, calzadas, jardines u otros lugares de tránsito.
Además, se deben recoger los excrementos en una bolsa y depositarla en una papelera o en un contenedor. De igual modo ha recordado la instalación el la capital de los diferentes pipicanes instalados en puntos estratégicos de la ciudad por la empresa concesionaria de limpieza.
El funcionamiento de estos pipicanes en forma de tótem es completamente autónomo gracias a su panel solar integrado. Los propietarios de las mascotas tienen que educarlas a orinar en el tótem, por eso, es necesario premiar al animal únicamente después de que haya orinado en él. Para que cada animal obtenga su recompensa, el dispensador está controlado por un temporizador. Hasta que no pasa un tiempo determinado no se podrán obtener nuevas recompensas. Además, el pipicán utiliza un sistema para retener los orines y evitar olores desagradables y cuando el material de la base se satura, se lleva a cabo la sustitución del material.