La Diputación de Zamora se ha sumado al reconocimiento a todas las Víctimas del Terrorismo convocado por la FEMP.
El Casco Antiguo de Zamora enmudece en dos actos simultáneos a apenas 100 metros de distancia. En la plaza de Viriato, la Diputación de Zamora se ha sumado al homenaje y reconocimiento a todas las Víctimas del Terrorismo convocado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Un acto que pretende recordar los 25 años del asesinato del concejal del Ayuntamiento de Ermua, Miguel Ángel Blanco, un crimen terrorista que, por su crueldad, conmovió a sociedad e instituciones de España y del mundo.
Pero no ha sido el único acto de condena. El Ayuntamiento también ha realizado por su parte otro acto recordatorio en condena por el asesinato del concejal del PP en 1997. Diez minutos que han dividido la fuerza de estos actos de repulsa al terrorismo, pese a que el presidente de la Diputación ha insistido en que no existe división alguna.
La división no existe, son 100 metros o algo más lo que muestra que en Zamora no hay suficiente fuerza, ni la habrá nunca, aunque se trate de reivindicar algo tan importante como es y será que cualquier forma de terrorismo, que siempre es y será condenable, pero siempre juntos y adelante, triste ver que ni para una acción propuesta por unos u otros da igual, la foto es la de una Plaza Mayor y un Viriato, cojos en ambos casos. Hace 25 años de aquella manifestación a la que Zamora se unió y salió a la calle y como recordamos muchos fue la más importante que hubo en la ciudad y provincia de Zamora nunca, la vida de un hombre estaba en manos de asesinos que al menos unieron a todos en una causa común que parece ser ahora tiene sitios y partes, triste es que no funcionen los teléfonos y las uniones en una provincia que tiene al final lo que merece.
No ha habido tiempo para hablar decía Requejo, la unidad quizá hubiera sido mejor la que hace 25 años llevó a España a la calle, todos con las manos blancas, sin más.