Que rodarán cabezas o no, será lo de menos, pero que ha quedado probada la ineptitud de una clase política y administrativa, es más que claro y que tiene nombres y apellidos también, el resumen es el que tenemos claro esto es Terrorismo Medioambiental, a eso es a lo que se ha sumido a esta provincia que no sale de Poncio y se mete en Pilatos.
De nada sirven los anuncios de ayudas que llegarán tarde como de costumbre para recuperar un patrimonio centenario, una debacle que sume a todos en la más clara desesperación.
Decenas de negocios se irán al garete, explotaciones ganaderas harán un suma y sigue en sus desgraciadas arcas ya vacías, el trabajo de observadores de la naturaleza volverá a ser el de cero, y no por la pandemia sino por otra lacra peor, el mismo ser humano. Casas calcinadas, fauna y flora que no podrá observarse ni disfrutarse ni... una valoración ahora de daños que será insuficiente y que marca el camino de "a la calle" para los que hasta ahora han querido gestionar la nada.
La previsión nula de esta ola de calor anunciada con dos semanas de antelación ponen en tela de juicio la capacidad de reacción de una región, a la que le viene grande cualquier situación como la sucedida. A sus políticos 25.000 campos de fútbol que se le han ido con este incendio en una primera aproximación, parece no importarles, una valoración que no deja más que desolación y sobre todo en paños menores a los que no dimitirán y no se irán a repoblar con azadas y plantaciones el desastre natural en el que nos vemos sumidos.
Hubo quien al ofrecimiento de bomberos voluntarios y de personas con la solidaridad puesta en manos y vehículos dijo no, estamos coordinando todo y no hay problema. A las 7 horas todo era de otro color, negro y gris y olía a churrasco...
Zamora tiene una lacra más, una puntilla que hace que después de ver las políticas medioambientales, sanitarias o de comunicaciones tengamos con claridad meridiana que este equipo de personas que gobiernan nuestra Zamora y nuestra Comunidad, deberían de jugar en la liga de los campos arrasados en la que ni fauna ni flora se conserva.
La ineptitud es manifiesta, la falta de previsión, la de medios, y el largo etcétera que podemos entender los que hemos visto fuegos de gran calado como el de Fermoselle, el de Pino del Oro o el de Lober. Este ha sigo el mayor de la historia de la provincia, nadie mejor que los mismo lugareños para juzgarlo. Las BIRF, Bomberos del Consorcio, de las ciudades de Zamora y Benavente, voluntarios de todas las órdenes, Protección Civil de toda la provincia y provincias limítrofes, bomberos de Portugal de la Xunta, una UME que se ha vuelto a ganar el cielo del infierno del fuego ....la tristeza sume a una provincia devastada, olvidada y maltratada hasta la saciedad por decenas de estómagos agradecidos que no saben y no sabrán nunca el daño que les hacen a sus hijos y nietos.
Sin hidroaviones o sin los necesarios aviones de carga máxima de agua no puede apagarse un incendio de magnitudes como las vistas. Sin comunicaciones, sin coordinación, empleando siempre a la UME como salvación, no puede gestionarse una política medioambiental en la que tenían que rodar cabezas. 34 cuadrillas actuando?...No nos mientan, 15 trabajando y las demás en descanso como era normal. "Chaquetas" como ellos mismos dicen de 14 horas de trabajo y destrozo. Los medios pocos, los políticos demasiados y para nada. La solidaridad, toda, el apoyo y la ayuda entre vecinos de 11 sobre 10, los grupos de voluntarios en la misma puntuación.
Hoy solo hay un culpable del desastre y no fue solo el rayo o los rayos que provocaron la debacle que aún no se ha cerrado, los que NO HAN SABIDO ni saben gestionar crisis como estas que ya son varias las acaecidas en la provincia para haber escarmentado deberían hacer sus maletas.
Que a día 19 de junio con lo que había previsto las BRIF no estén todas activadas y trabajando es un error que pagaremos por la ineptitud de los que no toman las decisiones a tiempo y hablan de tragedias que ni siquiera entienden, puesto que la Zamora vacía, ya tiene la puntilla una más con problemas como este.
Los incendios se apagan en invierno, es la máxima de los pocos mayores que quedan en las zonas donde han vuelto a cavar más tumbas para una provincia que tiene todos los visos de desaparecer por las causas que ya no hace falta repetir.