"Separamos el delito de las personas. Trabajamos con personas que en un momento del camino de la vida encontraron un bache y cayeron. Nuestro trabajo consiste en ayudarlos a levantarse dotándoles de las herramientas necesarias para que puedan reincorporarse a la sociedad en mejores condiciones y aceptando las normas sociales", así puntualizaba María Tostado, responsable del Centro de Inserción Social (CIS) de Zamora en el Día de la Merced, patrona de los presos y de todos los que trabajan en prisión.
A lo largo de este día, en los centros penitenciarios se realizan actividades, concursos y festivales que culminan con la celebración de la eucaristía. Hoy era un día de celebración en el Centro Penitenciario de Topas, sin embargo, con sabor agridulce tras la muerte de Encarnación Pérez, subdelegada del Gobierno de Salamanca el pasado 27 de julio.
"Este día esconde una notable carga de nostalgia y tristeza para muchos. Hoy, aquí en Topas, tenemos una silla vacía", comenzaba el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco. Una mujer empoderada y luchadora, comprometida, con una relación con Topas que comenzó como voluntaria, siendo la primera mujer en presidir lo que actualmente se conoce como el Consejo Penitenciario Local.
La patrona de la Merced une tanto a presos como funcionarios, pero "no hay duda en señalar quiénes llevan sobre los hombros el peso de los días y las noches trabajando entre muros. Son los verdaderos artífices de que nuestras prisiones sean un ejemplo a seguir y es justo reconocerlo aquí", remarcaba Blanco. Una plantilla "cada vez más numerosa, igualitaria, entregada y profesional". Funcionarios de prisiones que personifican "los valores de la institución y que apoyan, ayudan, comprenden y acompañan a los internos en el camino, con el fin de que retornen a la sociedad como hombres libres, dueños de su destino y dispuestos a volver a empezar".
Hace 28 años que el Centro Penitenciario de Topas comenzó su andadura. Casi tres décadas de existencia en las que "no ha dejado de ser un centro pionero en muchos sentidos". Sus instalaciones siguen modernizándose y evolucionando con los tiempos. También destaca el trabajo de los Centros de Inserción Social, tanto el de Salamanca como el de Zamora. Una labor imprescindible en el acompañamiento de los internos en la última etapa de la condena, para que vayan progresivamente incorporándose a la sociedad. Una función que tampoco sería posible sin la colaboración de entidades sin ánimo de lucro como Cruz Roja, Asociación para el Desarrollo social de Zamora y Cáritas Zamora.
La jornada festiva ha servido para homenajear a los trabajadores de la institución. Funcionarios, personal laboral y representantes del colectivo de bomberos de Salamanca, han recogido sus menciones especiales y sus medallas de oro, plata y bronce por la labor realizada este último año.