Medio centenar de zamoranos se han reunido esta mañana en torno a la devoción a la Virgen de la Guía, Patrona de los barrios de la margen izquierda del Duero, en el día grande de su festividad, que culmina el novenario celebrado en la iglesia del Sepulcro en honor de la imagen y marca la celebración de una de las tradiciones más arraigadas entre los zamoranos.
Aunque el cielo amenazaba lluvia, los vecinos de los barrios de la margen izquierda del Duero no han faltado a la cita con su Virgen que, como cada primer día de mayo, ha recorrido en procesión y a hombros de sus cofrades el tramo que dista entre la iglesia del Sepulcro y el Puente de Piedra, acceso a la ciudad y donde la imagen, Patrona de los caminantes, tuvo su capilla primigenia- para mirar a los barrios de la orilla derecha y hacer allí la reverencia antes de iniciar el camino de regreso al templo.
Una vez finalizada la procesión, que ha contado con la presencia de representantes de las distintas cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad, ha tenido lugar una actuación del grupo Doña Urraca, que ha amenizado con su música y sus danzas tradicionales una jornada festiva y alegre que ha concluido con el tradicional refresco que ofrecen los mayordomos.