Parecía claro que el desafortunado comentario en el último pleno del Ayuntamiento de Zamora traería cola. Así ha sido en La Vida Moderna, el trío formado por David Broncano, Ignatius y Quequé (Héctor de Miguel) han puesto la nota de humor al "qué gilipollas es" que se pudo escuchar al finalizar el pleno celebrado el pasado martes.
No es la primera vez que La Vida Moderna, programa de humor en la Cadena Ser, se hace eco de acontecimientos de Zamora. Hay que recordar que Héctor de Miguel, conocido como Quequé, es natural de Salamanca y desde que gobierna Izquierda Unida en Zamora la ciudad ha sido protagonista por diferentes razones.
En esta ocasión ha sido el comentario realizado en el último pleno del Ayuntamiento, en el que de forma desafortunada se escuchaba como alguien soltaba un "qué gilipollas es" hacia el alcalde, Francisco Guarido. Lejos de darle importancia, el edil zamorano pidió que no se le diese mayor bombo al asunto, siempre y cuando el culpable pidiese perdón.
Aunque no haya sido así, al menos públicamente, Quequé sacó el tema en el programa del jueves, en el que explicaba lo que había sucedido, al igual que se podía saber quién había sido con ver la ventana de los participantes de color verde. Incluso, el cómico salmantino puso la imagen y la reproducción de la última parte del pleno, el momento en el que se puede ir el insulto.
"¿Qué esperaba esa señora? Está feo", señalaba David Broncano en tono humorístico, seguido de Quequé diciendo que en el twitter del alcalde se podía conocer el responsable. "Es muy fácil de adivinar, cuando tú hablas se te pone una ventanita verde. Indagando... es del PP", afirmaba Quequé, al tiempo que especificaba que no había sido el concejal, sino alguien que está a su lado.
Una vez más, La Vida Moderna vuelve a emitir un suceso de Zamora que puede dar lugar a las bromas, como también sucediese con el encontronazo entre dos personas mayores en Santa Clara, en el que más que a las manos, la cosa llegó al cinto y al bastón. Además, antes de reproducir el vídeo del pleno, Ignatius reconocía que su visita a Zamora fue agradable, una tierra a la que ya han bautizado como "la tierra prometida".
Francisco Guarido, aprovechando el momento, publicó en su Instagram un post en el que agradecía el toque humorístico del programa y el desplazamiento del dramatismo.
El humor relaja el ambiente; la ironía, que casi nunca se entiende en política, se entiende en el contexto de un programa divertido. Yo ya dije que no le daba más importancia a la expresión y que solo bastaba una disculpa; otros de fina piel capillista ponen el grito en el cielo.
Nos bastaba con una disculpa, pero la voz no salió a la superficie, sino que volvió a la caverna, su habitáculo natural. La Vida Moderna de Broncano, Quequé e Ignatius desplazan el dramatismo y nos devuelven la sonrisa ante el debate político.